Además de la violencia que ya es casi el pan de cada día en Cajeme y Hermosillo, ayer se sumó Guaymas a la mancha roja de sangre al ser abatidos 4 elementos policiacos del puerto en forma muy violenta y con excesivo uso de fuerza en armamento.
Según los datos disponibles, fueron tres ataques en un lapso de 15 minutos, lo que hace suponer que hay premeditación y planeación de estas ejecuciones de guardianes del orden.
Para Guaymas esta debe ser una de las peores jornadas en cuanto a hechos violentos, pues se caracteriza por ser un puerto tranquilo, con turismo atraído por San Carlos aunque es evidente que de algunos años a la fecha, la región que abarca desde Empalme a San Carlos, ha sido escenario de crímenes relacionados con grupos delincuenciales conectados al tráfico de drogas.
Aquí vale replicar el grito que a todo pulmón hizo el diputado de ese Distrito en el Congreso, Rodolfo Lizárraga, cuando señaló inconsistencias en el proceso legislativo en una de las recientes sesiones: “¡Esto no puede seguir pasando!”.
Quienes tienen la responsabilidad de resguardar la seguridad, desde los elementos policiacos, los mandos y los jefes de pantalón fino y corbata en todos sus niveles, saben que no es posible “nadar de muertito” ante situaciones como esta, porque la gobernadora Claudia Pavlovich es una mujer que desde el primer día de su mandato puso las reglas del juego muy claras y en esos postulados, hay un rechazo a la impunidad y hay una gran exigencia al cumplimiento de la ley que garantice el bienestar de todos y cada uno de los sonorenses.
La sensibilidad de la Mandataria es lo que ha hecho que tengamos un Gobierno apegado a las reglas de justicia y para eso, ella, Claudia Pavlovich, también ha demostrado que tiene la mano muy firme y muy fuerte a la hora de tomar decisiones en beneficio de los sonorenses.
Asesinar a cuatro policías no es un asunto menor, pues pone en evidencia el poco respeto a la corporación y a la autoridad en general de donde depende la respuesta que habrá en el muy corto plazo.
Congruencia de diputado Lizárraga
Los ciudadanos de Guaymas que son representados por el diputado del PT Rodolfo Lizárraga, deben sentirse orgullosos de tenerlo como parlamentario de su Distrito en el venido a menos Poder Legislativo sonorense.
En entrevista con la colega y maestra Soledad Durazo, Lizárraga demostró tener más convicción y producto de gallina de lo que muchos pudieran haber pensado, habida cuenta de su condición de gay que él mismo reconoce y que ni oculta ni niega.
Ojalá tuviéramos más diputados con esa preferencia sexual, pero con las convicciones que ha mostrado Lizárraga, a quien le cuestionaron por no haber votado a favor de la propuesta de Morena y le recriminaron que ganó la diputación por el cobijo chairo recibido.
La respuesta de él merece el reconocimiento de todos pues argumentó que no por haber tenido el apoyo de Morena, estaría obligado a votar todo el tiempo a favor, ya que SU voto es, y esperemos que siempre sea, por lo que él considera que es lo mejor y no por lo que le dicte un partido o una bancada.
Eso es representar al ciudadano que le dio el voto y lo otro es servir a grupos políticos que nada tienen que ver con beneficios a la gente.
Campa Lastra a Seguridad
Ya era un rumor a voces que el sanluisino Luis Alberto Campa Lastra quedaría como Comisario General de la Policía y Tránsito Municipal de Hermosillo.
Se trata de un funcionario que ha ocupado el mismo cargo en administraciones panistas tanto en Hermosillo como en su natal San Luis Río Colorado, incluso en la primera parte del sexenio del gobernador innombrable, el señor de los Caballos, Campa Lastra desempeñó puestos importantes en lo que ahora es la Secretaría de Seguridad Pública.
Hasta donde se tiene información, no se le conocen antecedentes negativos en el desempeño de sus funciones y lo más importante es que aseguran que ha pasado las evaluaciones de control de confianza.
Otro punto a su favor es que conoce la plaza, conoce la corporación aunque quizá mucha de la gente con la que le tocó trabajar ya no está en las filas de la Policía.
Hay que darle el voto de confianza porque el tema de la seguridad pública en Hermosillo depende mucho de acciones preventivas en la vigilancia y presencia de policías en las colonias conflictivas.
Ojalá finalmente se resuelva el problema de la falta de combustible y de vehículos pues sin esas herramientas, es incongruente exigir resultados a la corporación donde hay muchos buenos elementos que hacen su trabajo con dedicación y compromiso con la sociedad.
De los malos elementos no tiene caso ni hablar porque esos, tarde o temprano, incurren en errores que los exhiben como son y solitos se descartan.
Y como ya es viernes, viene lo Bueno, lo Malo y lo Feo:
Lo Bueno: …. Que la alcaldesa de Hermosillo Célida López parece estar dejando olvidado su grito de “les vamos a partir su madre” y se empieza a meter de lleno en acciones de contacto con la gente en las colonias para escuchar de viva voz a las familias y atender sus necesidades y ojalá siga fortaleciendo ese tipo de programas.
Lo Malo: La violencia que empieza a extenderse a otros municipios de Sonora.
Lo Feo: Que la ejecución de 4 elementos policiacos en Guaymas no generó ninguna reacción ni postura fuerte de las autoridades de seguridad en el Estado.
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