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Puesta en escena que apela a la inteligencia emocional de los niños, a través de una conmovedora historia llena de fantasía

Thea vive aislada de la realidad, metida en el mundo de los videojuegos, mientras su solitaria madre cuida de ella. Juntas ya como avatares de un universo virtual, viven una peligrosa aventura en la Meseta de Leng, donde habitan fantásticos personajes y los oscuros dioses primordiales, que alimentados por recuerdos, hacen lo posible para que las protagonistas no alcancen su meta: llegar al puente de cristal y ver materializados sus deseos.

Estrenada la tarde de este domingo en el Teatro Helénico, la puesta en escena infantil 16 Bits o Viaje al puente de cristal, con la dramaturgia de Hiram Molina y la dirección de Anabel Domínguez, reflexiona sobre el hecho de ser niño y sobre lo que implica la vida en nuestros días, por medio de personajes imaginarios que parecieran salidos de la literatura Lovecraft, quienes van develando poco a poco la realidad de la que la pequeña de 11 años busca evadirse.

El montaje, presentado por la Secretaría de Cultura, a través del Centro Cultural Helénico y la compañía Haruki Teatro, en coproducción con Bravo Films y Cortejo Producciones, apela a la inteligencia emocional de los niños al tiempo que trata temas como la madurez, la pérdida del padre y el amor filial, que es lo que finalmente resuelve la trama.

Con la actuación de Andrómeda Mejía, Sofía Molina, Hiram Molina, Michelle Temoltzin y Francisco Castelán, 16 bits presenta sus acciones en un mundo de pixealeada estética, donde destacan la escenografía e iluminación de Édgar Sánchez y los luminiscentes títeres de Yoloyotzin García, todo en alusión a los videojuegos de los años 80 y 90 del siglo pasado.

En un debate entre lo virtual y lo real, acompañado por el diseño sonoro de 30 tíos y Roberto Morales, se narra la historia de una madre, Lucy, que por azares del destino se ve sola ante el reto de criar a una hija encerrada en un mundo interior, creado por un televisor y una consola de 16 bits, el único recuerdo que le quedó de su padre.

Lucy se convierte en la legendaria heroína Mitsuki para entrar a ese mundo fantástico en el que conviven personajes de virtuales con otros literarios, como la ballena Moby Dick, y así poder salvar a Thea y regresarla a la realidad, pero para eso habrá que llegar al último nivel del juego.

Haruki Teatro, compañía especializada en montajes para niños y jóvenes, conformada por un grupo de profesionales que unen esfuerzos para contar historias fantásticas y emotivas, que inspiren la imaginación y que unan el pensamiento mágico y la razón, a través de acciones escénicas que se apoyan en el uso de títeres y otros recursos teatrales.

Merecedores a apoyos de México en escena del Centro Nacional de las Artes y la Secretaría de Cultura para la realización de obras Francisca, Uvaldo y la muerte y Asimov, han participado en distintos festivales internacionales, destacando Puro teatro 2012, el Festival de la Nao Acapulco 2013 y el Festival de Teatro de Ciudad del Carmen FETCA 2014.

El dramaturgo y guionista mexicano Hiram Molina, quien inició su carrera en 1988 como parte de la Compañía del Museo Nacional del Virreinato, se ha desarrollado también como comediante, titiritero, narrador oral y actor de doblaje.

Molina ha sido ganador en dos ocasiones del Concurso de Dramaturgia Exprés, otorgado por entonces Consejo Nacional para la Cultura y las Artes en el marco de la Semana Internacional de Dramaturgia, además tres veces ha sido galardonado con el Premio de Cuentos Antinavideños convocado también por el Conaculta, a través del Teatro La Capilla.

16 Bits o Viaje al puente de cristal, ofrece temporada hasta el 16 de diciembre, los domingos a las 13:00, y a partir del 24 de noviembre también los sábados en el mismo horario, en el Teatro Helénico, ubicado en Avenida Revolución núm. 1500, en la colonia Guadalupe Inn de la Ciudad de México.

 

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