Ahí va El Roger, cumpliéndole a Sonora y a Claudia.- Sabe que los rayos sólo le caen a los grandes árboles.- En octubre, tendrá propuestas claras el PAN Cajeme.- David Galván percibe que cuenta con dos cartas claves: Chuy y Andrés
Bernardo Elenes Habas
No le ha fallado a los sonorenses más desvalidos.
Atiende, puntualmente, las instrucciones de la gobernadora Claudia Pavlovich.
Y lo mismo trasciende la información del cajemense Rogelio Díaz Brown, en torno a la labor que lleva a cabo en la sierra alta, la sierra baja, en los municipios del tercer mundo, comunidades ribereñas, y por supuesto, en el sur de Sonora.
Formal y disciplinado, cumple como pocos, con su trabajo al frente de la Secretaría de Desarrollo Social. Así, atiende problemas de vivienda entre familias humildes. Conjuga esfuerzos con dependencias federales para generar empleos temporales. Atiende a gente de la tercera edad y con problemas de discapacidad. Pone en marcha apoyos alimenticios. Entrega equipos auditivos, lentes y atención médica a personas con problemas visuales. Aporta materiales para rehabilitación de viviendas.
A las familias sonorenses, les crece en sus almas la semilla noble del agradecimiento. Y cuando el equipo de Sedesson encabezado por Rogelio, llega a los poblados más olvidados de la Entidad, lo identifican, lo saludan, le demuestran aprecio.
-¡Ya llegó El Roger! –dicen las abuelas, los rancheros de voz bronca, los niños alborozados.
Ellos tienen cierto que su presencia es para entregarles algo de parte del Gobierno del Estado, de Claudia, la gobernadora.
Y los viejos sabios de los pueblos, esos a cuyos oídos les murmura el viento desde lejos, noticias sobre vaivenes de la política, le dicen, solemnes, que no olvide que los rayos en los aguaceros, no les caen a los quelites y las verdolagas, sino a los grandes árboles; alentándolo con esa parábola rural y reconociéndole su calidad humana y su hechura política, que, ciertamente, es del mismo barro sonorense del que está forjada la Gobernadora.
-Ahí va El Roger, con su costal de sueños a cuestas –dicen los viejos-. Tiene mucho camino y mucha juventud para lograr que se le cumplan…
Visitó Cajeme, la semana anterior, el dirigente estatal del PAN, David Galván Cázares.
Habló claro con los líderes azules que comanda Rafael Delgadillo Barbosa, y les fijó tiempo y esencia para que definan propuestas de militantes ante sus bases, buscando que de ese ejercicio salgan los candidatos para el 2018.
En octubre deberán tener las alternativas de personajes con huella humana, social y política, reconocida no sólo por los panistas, sino por la sociedad en general y hasta por los partidos antagónicos.
Por supuesto, Rafael Delgadillo ya cuenta con dos activos naturales que reúnen esos requisitos, y que sus cualidades las podrían reafirmar hasta con un examen de oposición, como se hace en la cátedra universitaria: Chuy Félix y Andrés Salas. Más los que se acumulen…
Le saludo, lector.
