PrevencionEmbarazo
Lactanciapornostros4
Capturadepantalla2023-02-13alas213814
Capturadepantalla2023-02-13alas214531
Capturadepantalla2022-09-12alas043937
Capturadepantalla2023-02-13alas215907
Capturadepantalla2023-02-13alas220711
previous arrow
next arrow

Las enfermedades infecciosas y parasitarias han influido considerablemente en el curso de la historia y según todos los indicios, seguirán haciéndolo. Hay una serie de cambios sociales que están generando una coyuntura inédita y muy propicia a la extensión e incluso aceleración de un subconjunto de esas enfermedades que denominamos zoonosis emergentes o reemergentes; Dengue, Riquetzia, entre otras que se creían ya (casi) erradicadas.

El ser humano ha adoptado nuevos comportamientos y modos de vida, y al hacerlo ha incrementado el riesgo de verse expuesto a patógenos de esta complejidad. Entre los factores que han favorecido la aparición y persistencia de esos microorganismos figuran la evolución de la medicina y la industria, el envejecimiento de la población, un mayor número de individuos inmunodeficientes, el auge de la urbanización en el mundo entre otras. Existe entre la salud animal y la salud humana una estrecha relación, en donde hay que tener en cuenta el panorama epidemiológico y el componente epizootiológico, tanto de los animales domésticos como de la fauna silvestre. De igual manera es importante considerar que el daño a la salud que las zoonosis representan, no corresponde únicamente a la que se conoce a través de los casos que clínicamente y por laboratorio se diagnostican, es de suponer que algunos de los casos de zoonosis, pueden cursar de manera subclínica o desapercibida y como consecuencia nunca ser diagnosticados (Enf. De Lyme, o Tuberculosis por ejmp.), sería difícil determinar objetivamente cual es la carga microbiológica y parasitaria que las zoonosis representan en el desequilibrio del sistema inmune, como predisponente de otras muchas enfermedades no zoonóticas, sobre todo en la población infantil considerada como de alto riesgo en este rubro. Las zoonosis de mayor importancia en América, y más específicamente para América Latina, están referidas a Rabia, Brucelosis y la Tuberculosis Bovina. Todo ello en un marco de trascendencia económica para el sector pecuario por las pérdidas económicas que representan para su industria, y en forma concomitante, como un factor de impacto para la salud pública. Se agregan a este panorama la Teniasis y la Cisticercosis (Oaxaca, Michoacan), la Hidatidosis, la Encefalitis Equina (Huatabampo en la década de los 80,s), Leptospirosis, la Triquinosis. Sin embargo, habrá de tomarse en cuenta que la Organización Panamericana de la Salud, refiere más de 200 enfermedades conocidas que son transmisibles entre animales y humanos, involucrando diferentes vías: contacto directo, mordedura, arañazos, inhalación, contaminación de alimentos, agua, leche, contacto con orina o heces o por vectores artrópodos, además de las zoonosis antes señaladas, debe considerarse la posibilidad de la presencia de otras que también afectan, aunque en menor monto, a la población animal y concomitantemente a la humana.

La urbanización es un aspecto de gran importancia entre los cambios que está sufriendo la población. Se considera que esta no solo es inevitable sino necesaria para lograr un desarrollo adecuado. No obstante, también tiene sus desventajas si no se produce en forma planificada y ordenada. La contaminación del medio ambiente, con los residuos de la actividad humana es uno de los fenómenos más perniciosos para el medio ambiente. Los contaminantes son en muchos casos invisibles, y los efectos de la contaminación atmosférica y del agua pueden no ser inmediatamente evidentes, aunque resultan devastadores a largo plazo, ¡Cuéntale esa a Trump! Dirían algunos compañeros.

La población humana crece, introduciendo animales domésticos para su explotación o como mascotas. De este modo, tanto personas como animales se enfrentan a potenciales riesgos de contraer enfermedades o encontrar el terreno propicio para la aparición de estas. Es común en Huatabampo ver por las calles ocasionalmente a caballos, gallinas incluso ponis paseando sin ningún pudor y alimentándose de lo que encuentran, deben de tener un dueño (o deberían) sin embargo esta práctica es recurrente y no muy regulada debido a su repetición pese a tener conocimiento de lo que esto representa para la salud de los pobladores.

Dr. César Álvarez Pacheco

cesar_ap@hotmail.com

@cesar_alvarezp

Huatabampo, Sonora.

Comentarios