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Enviar mensajes de texto debajo de la mesa debería ser cosa del pasado después de que los niños franceses regresaran a clase el lunes después de una prohibición nacional de los teléfonos celulares en las escuelas.

La nueva regla, una promesa de campaña del presidente Emmanuel Macron, fue presentada bajo una ley aprobada en julio, que también destierra tabletas y relojes inteligentes de las escuelas primarias y secundarias.

Las escuelas secundarias, que enseñan a estudiantes de entre 15 y 18 años, pueden prohibir parcial o totalmente los dispositivos electrónicos cuando vuelven a abrir después de las vacaciones de verano, aunque esto no será obligatorio.

Menos distracción

Los proponentes dicen que la ley, que ha provocado un debate vigoroso, reducirá la distracción en el aula, combatirá la intimidación y alentará a los niños a ser más activos físicamente durante el recreo.

“Creo que es algo bueno”, dijo Marie-Caroline Madeleine, de 41 años, después de dejar a su hija en el primer día de la escuela secundaria en París.

“Es una buena señal que dice ‘la escuela es para estudiar’, no se trata de estar en su teléfono”, agregó. “Es difícil con los adolescentes, no se puede controlar lo que ven y esa es una de las cosas que me preocupa como padre”.

Casi el 90% de los adolescentes franceses de entre 12 y 17 años tienen teléfono móvil, y los partidarios esperan que la prohibición limite la propagación de contenido violento y pornográfico entre los niños.

El ministro de Educación, Jean-Michel Blanquer, elogió la legislación como “una ley para el siglo XXI” que mejoraría la disciplina entre los 12 millones de alumnos de Francia.

“Estar abierto a las tecnologías del futuro no significa que tengamos que aceptar todos sus usos”, dijo en junio, ya que el proyecto de ley atravesaba el Parlamento.

Pero los críticos desestimaron la medida como un ejercicio de relaciones públicas, y predijeron que sería difícil de aplicar.

El gobierno ha dejado las escuelas para decidir cómo implementar las nuevas reglas, recomendando que almacenen los teléfonos de los estudiantes en los casilleros durante el día, pero algunas escuelas no las tienen.

La investigación muestra que en las escuelas francesas que ya han prohibido el uso de teléfonos, muchos alumnos admiten haber incumplido las normas.

Las escuelas de todo el mundo han tenido dificultades para adaptarse al aumento de los dispositivos de bolsillo.

Photo Credit: Ludovic Marin

Informacion de TheHindu

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