PrevencionEmbarazo
Lactanciapornostros4
Capturadepantalla2023-02-13alas213814
Capturadepantalla2023-02-13alas214531
Capturadepantalla2022-09-12alas043937
Capturadepantalla2023-02-13alas215907
Capturadepantalla2023-02-13alas220711
previous arrow
next arrow

El mercado de los productos farmacéuticos es uno de los más fructíferos en todo el mundo, y ello se debe principalmente al crecimiento del número de pacientes con enfermedades crónicas, a la aportación que la propia industria ha tenido para la prevención y el tratamiento de las enfermedades, pero también a la amplia publicidad desarrollada mediante estrategias persuasivas y a la relativa impunidad al asignar precios. Observo con frecuencia que la gente se siente insatisfecha cuando al acudir a un servicio de salud determinado, solo les dan lo “habitual” o lo “convencional”, pero: ¿No ha sido de la misma manera, en política, también?

Todos los medicamentos son fármacos pero no todos los fármacos son medicamentos. Los medicamentos son sustancias que se utilizan para la prevención, diagnóstico y tratamiento o control de las enfermedades, así como para alterar con un fin médico las funciones normales del organismo (como los inductores del parto, los anticonceptivos, los supresores de la producción láctea, etc.) Al medicamento que es resultado de una investigación y que sale al mercado con una denominación distintiva (nombre comercial) se le llama innovador (¡exacto!; similar a la selección de algún candidato). Es necesario considerar la posibilidad de que los profesionales de la salud se confundan sobre las ventajas y desventajas de los medicamentos genéricos, copias o similares. La decisión sobre cuál tratamiento es el mejor, de acuerdo con las posibilidades económicas, la deben tomar en conjunto el médico y el paciente mediante una comunicación limpia y clara. Una vez establecida la mejor alternativa, el paciente no debe aceptar que alguien, excepto un profesional de la salud, le cambie el medicamento de la receta con el pretexto de darle otro más barato o mejor; ni permitir que le cambien la receta en una consulta médica realizada a toda prisa. Si decide optar por una segunda opinión para indagar acerca de las opciones terapéuticas, el paciente debe exigir que se le realice un examen médico completo y no sólo un interrogatorio simple y breve.

En el tema político, esto es muy similar, haciendo una analogía usted esta acostumbrado a que le proporcionen algún “nombre” por algún partido determinado, haciendole creer que es un candidato “genérico”, pero cuando este candidato cambia de marca, es decir: pierde la patente con su partido (laboratorio), cambia hasta de color y se puede volver a vender, ¡ojo! No significa que sea mejor, significa que es igual. Nombre genérico, es aquel que se establece por organismos oficiales nacionales e internacionales; son de propiedad pública y no están protegidos por una patente. Por lo general es corto, es más fácil de retener y de recordar, y tiene la ventaja de que es utilizado en todo el mundo tanto y es de tal utilidad que en México, la Ley General de Salud establece que el médico, el único autorizado para recetar, debe de prescribir por nombre genérico, y si lo desea puede escribir otro nombre (el comercial) La sociedad actual está atenta a que en la mayoria de los casos, los partidos políticos conservan los mismos nombres o apellidos, como un laboratorio conserva sus patentes, como si no hubiese otra opción, y nos recetan a los ciudadanos, lo mismo y a veces mas barato, que a la larga nos ha salido carísimo.

En este sentido vale la pena señalar que el incremento en los precios de medicamentos no solo se dispara por el índice de precios al consumidor, sino de otros insumos para la salud. En otras palabras, la velocidad de crecimiento de los precios de medicamentos supera a la de cualesquiera otros productos o servicios, tan parecido a la politica ¿cierto? Con el tiempo esto llega a ser un problema de comunicación entre los médicos y los pacientes, entre los médicos y los médicos, entre los fabricantes y los médicos, y entre los educadores médicos y los estudiantes de medicina, quienes durante su formación escolarizada estudian los medicamentos por su nombre genérico y al llegar a los ciclos clínicos se enfrentan con los nombres comerciales, pero siempre hay opciones de primera, segunda o cuarta línea. ¿Y en política? ¿En serio no tienen mas opciones?

Dr. César Álvarez Pacheco

cesar_ap@hotmail.com

@cesar_alvarezp

Huatabampo, Sonora.

Comentarios