El Consejo Ciudadano del Transporte Público Sustentable del Estado de Sonora, determinó autorizar el aumento de la tarifa del transporte urbano en Cajeme, Guaymas, Hermosillo y Navojoa a 11.50 pesos. Horas antes de este anunció, la Gobernadora Claudia Pavlovich había abordado una unidad de transporte urbano para escuchar la opinión de los usuarios y de los operadores sobre el servicio y su problemática.
El aumento vendrá a ser demoledor para la economía de las familias asalariadas, que están viendo como el precio de los bienes de consumo siguen subiendo de precio, alcanzando la inflación en el mes de junio un 6.2% de aumento y el salario desde hace rato no recupera su poder adquisitivo, México ya es el país con menos empleo y calidad de ingresos de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos.
En Sonora un trabajador gana en promedio 150 pesos diarios, según lo declaró recientemente en la Mesa Cancún, el Secretario del Trabajo, Horacio Valenzuela.
150 pesos diarios a la semana, son 1050 pesos, si un trabajador paga cuatro camiones diarios para ir a su trabajo, se gastará la tercera parte de su sueldo diario en puro transporte público, que ni se le ocurra tener hijos que vayan en camión a la escuela porque se irá todo el sueldo en pagar camiones.
Otra vez un Consejo Ciudadano toma una decisión controversial que va precisamente contra los intereses ciudadanos, en este caso el bolsillo de la mayoría de ellos.
Un consejo Ciudadano del Transporte integrado por representantes de varias organizaciones e instituciones académicas que se ha convertido en una pesada carga burocrática que cuesta 10 millones de pesos anuales por hacer un acta de sesión mensual.
Desatada la controversia por el lesivo aumento del 65% a la tarifa de un solo jalón, el viernes por la mañana, miembros de la Sociedad Integradora y Concentradora del Transporte Urbano en Hermosillo salieron a dar una conferencia de prensa con una cara que parecía que estaban en un funeral, culpando al robo de 600 millones de pesos ocurrido en la pasada administración, como un factor determinante para el aumento, aunando que la tarifa autorizada no es suficiente y exigiendo un aumento de 13.50 pesos argumentando que todos los años se han dado incrementos de diésel y otros insumos como refacciones, sin que en los últimos seis años, se haya aumentado la tarifa.
Los directivos de SISCTUHSA acusando de corrupción a funcionarios de la anterior administración suena a una broma bastante pesada, en un descuido los directivos de SICTUHSA se pegan un balazo en el pie.
Los señalamientos de corrupción en la empresa transportista son una historia vieja y están documentados desde hace mucho tiempo, pero les sigue protegiendo un inexplicable manto de impunidad que ahí los mantiene exprimiendo la ubre y el bolsillo del usuario.
Comparar el sistema de transporte de Hermosillo con el de otras grandes ciudades del país, es un ejercicio bastante estéril, ciudades como Querétaro, León, Monterrey han rebasado por mucho en calidad y eficiencia al atrasado sistema que se aplica en la capital del estado que sigue siendo de rancho porque después de las 8 de la noche es imposible ver circulando un camión por las calles de la capital del estado.
Como toda la vida escuchamos la misma cantaleta, después del aumento se verá una mejora en el servicio de transporte público en Hermosillo, pero sigue siendo deficiente tirándole a pésimo, con unidades en mal estado, que pasan cuando se les da en gana, que no dejan a estudiantes y trabajadores a tiempo en sus escuelas o empresas, y además, quiere ser de los más caros del país. Hágame usted el favor.
Bueno sería que el dichoso Consejo Ciudadano del Transporte, obligara a que se preste mejor servicio antes de autorizar cualquier aumento.
Por cierto ¿A quién se le ocurriría subir la tarifa del transporte después de que Claudia Pavlovich abordara una unidad para verificar el servicio?
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