Esta efeméride se celebra en conmemoración de la fundación de la primera escuela veterinaria en el país en 1853. Hasta ese año no existía ninguna escuela de veterinaria en el continente americano, hasta que el 17 de agosto, por decreto del entonces presidente Antonio López de Santa Anna, se estableció una escuela de veterinaria agregada a la de agricultura que existía en el Colegio Nacional de San Gregorio y que a partir de ese momento tendría el nombre de Colegio Nacional de Agricultura.
Con esta celebración se busca reconocer el trabajo de los médicos veterinarios que, como se indica, también son médicos que tienen un propósito natural de preservar la vida aún en las especies que sufren el descuido y el abandono de la raza humana y que, mostrando amor a su profesión, están disponibles ante cualquier situación que se les presente.
