No, el pueblo no designa a sus candidatos.- Esas estructuras surgen y surgirán, de los partidos, grupos de poder, caciques.- En Sonora, en Cajeme, los aspirantes de Morena, PRI, PAN, MC, ya sueñan estar en las boletas del 2021, para disponerse a ordenar a los electores dónde cruzar siglas y colores
Bernardo Elenes Habas
Hay tiro cantado.
Como solían gritar los muchachos de la barriada, cuando hablaban los puños y no las balas.
Efectivamente, en Sonora, en Cajeme, se mueve la clase política, sabedora de que son tiempos de búsqueda y definiciones. Construyendo sus cartas de navegación. Pretendiendo llegar con la luz del alba a las elecciones de junio de 2021.
Algunos dejan huellas muy visibles en su accionar, en las que se denota desesperación por estar en el campo de batalla que viene. Lo mismo por la gubernatura que por alcaldías, diputaciones locales y federales.
Y el más grave de los errores, es que dejan para el final a los propietarios de los votos. A aquellos que por el momento no ven ni escuchan, porque a la usanza tradicional de hacer política, primero arman estrategias desde la comodidad de sus mesones. Sus grupos. Su poderío mediático. Sus redes sociales. Se reparten, anticipadamente cargos y responsabilidades públicas, para finalmente, cuando han afinado sus estructuras, su ingeniería de guerra electoral, en los periodos de campaña, pedir a los ciudadanos el voto.
Los que son parte de un partido, y aquellos que recién se integran a alguno, provenientes de otras raíces, evidentemente no se han sacudido el lastre de los viejos cartabones en política. Siguen pensando y actuando igual como lo hicieron antes, porque ninguno de quienes actualmente están inmersos en ese juego, es improvisado. Tiene historias largas que contar.
Hay tiro cantado, pues, entre los que ya se están disputando la gubernatura, las presidencias municipales, las diputaciones y hasta los puestos claves en los
organigramas de gobierno por venir.
Pero de esto, la ciudadanía no ha sido informada.
No es tomada en cuenta.
Porque, sencillamente, considera la conspicua clase política, la propietaria del poder, la de antes, la de ahora, la de siempre, que la función ciudadana no es nombrar candidatos.
No es opinar y luchar por el líder en el que confía. Por tener la alternativa de entronizar como pretensos al hombre o mujer que considera puede ser el más legítimo de los defensores de sus derechos. Por la persona que trasciende, que mantiene huella social y humana transparente. Por quien no está inoculado por ambiciones enfermizas de poder y de odio, y que aspira y respira sólo para satisfacer sueños de grandeza.
Esos graves y discriminatorios vicios que niegan la democracia, se detectan como
corrosivo autoritarismo en Morena, en el PRI, PAN, MC, partidos cuyos aspirantes ya sueñan estar incluidos en las boletas del INE para el 2021, y disponiéndose a ordenarle al pueblo, durante el periodo de campañas, que las cruce, donde ellos y sus siglas les indiquen.
Antes como antes, ahora como ahora.
Le saludo, lector.
