PrevencionEmbarazo
Lactanciapornostros4
Capturadepantalla2023-02-13alas213814
Capturadepantalla2023-02-13alas214531
Capturadepantalla2022-09-12alas043937
Capturadepantalla2023-02-13alas215907
Capturadepantalla2023-02-13alas220711
previous arrow
next arrow

Amenazante la pretensión supremacista, con que liderazgos de MORENA incluso a nivel nacional, arremeten en contra del ejercicio y facultades de la legislatura sonorense y a la vez, pretender asumir de facto responsabilidades sin tener aún los cargos para los cuales fueron electos o designados.

Riesgosa e inquietante esa supremacía que los lleva a conducirse como superiores a cualquiera con fines de dominio social y político, en una retorcida y perversa interpretación de la decisión popular depositada en las urnas el 1 de julio, al negar los efectos de esa misma decisión popular en la elección del 2015.

Deben entender que en materia de resultados electorales no hay retroactividad y que si bien es legítima su condición de autoridades electas, también es legítimo el mandato ciudadano que instaló en la gubernatura a la gobernadora Claudia Pavlovich e integró la actual 61 Legislatura del Estado.

Les brotó lo fascistas a varios personajes del morenismo y a sus oportunistas voceros, frente a la decisión soberana del Congreso del Estado de reformar la constitución local, porque según ellos, el poder ejecutivo limita facultades e invade espacios exclusivos del Poder Legislativo, con reacciones de descalificación al botepronto y a niveles de histeria.

Claudia Pavlovich

Estos supremacistas de MORENA creen que son superiores a todos los demás y que en el caso que nos ocupa, la reforma aprobada el miércoles ni siquiera la han analizado en forma y fondo y a pesar de eso han hecho un escándalo en las redes sociales, cuando hasta ellos deben de saber, que en materia de la inconstitucionalidad que alegan, hay amplias avenidas para anularla si ese fuera el caso, en lugar de emitir estupideces sobre algo que ignoran.

Pues Sonora debe ser muy importante para sus pretensiones de dominio, porque incluso la señora Olga Sánchez Cordero, futura Secretaria de Gobernación del gabinete de Andrés Manuel López Obrador, adelantó juicios al suponer que lo aprobado por el Congreso de Sonora pretende regular materias que escapan de su competencia y contravienen disposiciones de la Constitución Federal.

Lo bueno que contrario a otras expresiones de descalificación a la referida acción legislativa en el Congreso local, reconoce que la instancia para dirimir ese asunto es la Suprema Corte de Justicia de la Nación y por eso anuncia que impulsarán una revisión de su constitucionalidad, cual debe de ser si luego de analizar lo aprobado insisten en la descalificación.

Por supuesto que la señora exministra de la Corte no fue lejos sin la respuesta, ésta del secretario de la Consejería Jurídica del Gobierno de Sonora, Erick Iván Jaimes Archundia, quien también vía tuiter dijo ser coincidente en que solo la SCJN es la instancia donde debe resolverse la procedencia de las reformas aprobadas en Sonora y sostiene que las mismas están acorde a la Constitución Federal, incluidos los precedentes y el derecho comparado.

Distinto a la mesura tuitera de Sánchez Cordero, histérico, histriónico y protagónico, el que se aventó patética catilinaria fue el dueño de MORENA en Sonora, el senador electo Alfonso Durazo, quien desplegó retahíla de descalificativos y amenazas como si se tratara de un pleito de cantina, con lo cual destierra su presunta imagen como intelectual de la política para convertirse en un irresponsable incitador del odio social entre los sonorenses.

Erick Iván Jaimes Archundia

Luce impropio el tremendismo que hace gala con singular desfachatez el de Bavispe y por demás tendenciosa su afirmación respecto a que la reforma aprobada el miércoles, anula cualquier oposición en el Congreso del Estado, entre otras estulticias que resultan desmentidas al analizar el texto de la iniciativa al que se le dio trámite.

Nos extraña la irreflexión de quien, en lugar de entretenerse con peteneras, mejor debería de abocarse al complejo diseño de las políticas públicas con que a partir del 1 de diciembre próximo, el nuevo gobierno federal pretende la pacificación del país y cumplir una de las principales exigencias de los mexicanos, como lo es la seguridad pública.

No nos extrañan para nada los tradicionales dislates de la senadora electa Lilly Téllez, ella sí demostrando su paupérrima formación personal y también su primitiva ignorancia respecto a los efectos de lo aprobado por la legislatura estatal, recurriendo a infamias, al ataque personal en contra de la gobernadora Pavlovich e invocando recursos legales inaplicables al caso.

Vaya papelito de la presunta periodista metida a política, quien de su posada imagen de mártir del feminismo como eje de su mediocre campaña, ahora protagoniza un rústico y machista golpeteo y violencia política en contra de otra mujer, contra la mandataria sonorense, destacando la clase de respuestas de Flor Ayala Robles Linares, Kitty Gutiérrez, Carolina Lara, Kiki Díaz Brown entre otras diputadas a la legislatura estatal, que mostraron su repudio y extrañeza y cuestionaron la agresividad machista de esa patética señora.

Pero para efecto de ejemplo de contundencia en la respuesta a la insolencia de la Lilly, la expresada por Natalia Rivera, quien fogueada en la oposición y crítica acérrima de partidos ajenos al PRI, nunca ha recurrido al insulto “porque siempre tuve argumentos. El insulto dice más de quien lo emite de quien lo recibe. Sus comentarios dicen mucho de Usted”, pácatelas, y todo sin hacer referencia a la violencia política de género.

Flor Ayala Robles

Independientemente a las indignas expresiones que la alienada de referencia, urge que por rumbos de MORENA se asuma con prudencia, serenidad, realismo y mesura la responsabilidad histórica que asumirán unos a partir de 1 de septiembre, otros el 16 de septiembre y los demás el 1 de diciembre, con la urgente necesidad de que no coman ansias y guarden elemental respeto a las autoridades legal y constitucionalmente constituidas en Sonora.

Incluso ni cuando asuman sus encargos resultará permisible la invasión de facultades y competencias que ahora pretenden en su calidad de electos, y se entienden dichas estulticias políticas, toda vez que en la mayoría de los casos es dramática la ignorancia y nula formación institucional y en otros que no son ignorantes y tienen larga y camaleónicas trayectorias partidistas y en el servicio público, el abrumador apoyo en las urnas les ha sacado a flote lo fascista que llevan dentro.

No es cualquier cosa lo que ocurre con esa nueva comalada de autoridades que se aprestan a incorporarse a representar a los ciudadanos en instancias de gobierno y por demás preocupante el que desde ahora saquen las uñas y muestren tan primitiva vocación para el autoritarismo y un dogmatismo troglodita ejemplar, que los lleva a pretender ejercer funciones antes de asumir sus cargos.

Natalia Rivera

Hemos sido testigos y hecho cobertura periodística en 11 transiciones de gobierno en Sonora y a pesar de condiciones competitivas y de incertidumbre en algunas de ellas, nunca como en esta se había incurrido en el exceso de pretender suplantar funciones, competencias y facultades por parte de autoridades electas, vamos, ni siquiera en el caso de la del 2009, a pesar de las notables limitaciones intelectuales de Guillermo Padrés.

Lo deseable es que se impusiera la prudencia y la reflexión, esa que parecía proyectar hasta hace poco Alfonso Durazo y que incluso nos hacía distinguir al prospectado representante y virrey en Sonora del Gobierno Federal, Jorge Taddei Bringas, quien obviamente contagiado del fascistoide impulso de su superior, la noche del martes pasado lo escuchamos arengar a la revuelta social para evitar que los diputados sesionaran el siguiente día, aunque como se sabe, muy pocos, menos de 100, atendieron su convocatoria, con la esperanza de que por el éxito no obtenido, reasuma su perfil de persona pensante.

Jorge Taddei Bringas

A fin de cuentas, ya como diputados locales, alcaldes, diputados federales, senadores y funcionarios en los distintos ámbitos de gobierno, les tocará hacer frente a los diversos retos que ahora toca enfrentar a quienes la ciudadanía les hizo ese encargo en la elección del 2015 y mientras sus tiempos llegan, lo mejor que deberían hacer es capacitarse para hacer un mejor desempeño en favor de la ciudadanía, en lugar de recurrir a la trasnochada movilización callejera, el exabrupto tuitero y a pretensiones de suplantación de facultades antes de tiempo.

Y en el caso de la reforma constitucional que tanto les duele, las vías de la legalidad están abiertas para hacer valer sus inconformidades y tales vías no llevan al Palacio de Gobierno ni al Congreso del Estado si no a la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

 

Comentarios