PrevencionEmbarazo
Lactanciapornostros4
Capturadepantalla2023-02-13alas213814
Capturadepantalla2023-02-13alas214531
Capturadepantalla2022-09-12alas043937
Capturadepantalla2023-02-13alas215907
Capturadepantalla2023-02-13alas220711
previous arrow
next arrow

El Congreso de Sonora estaba listo desde temprano para su primer gran dia. La nueva legislatura, la que hará historia, la que encabeza la cuarta transformación, la que barrió las urnas el pasado 01 de julio, celebraría su primera sesión ordinaria. Lista estaba Rosa María Mancha Ornelas, diputada de Empalme, del distrito 14, petista en su formación, pero enlistada en la bancada de Morena por alguna extraña razón. Ella es la presidente de la mesa directiva del Congreso, y a ella le tocaría llevar la batuta por primera vez en esta legislatura que dicen, no planea soltar esa presidencia.

 

Afuera, en tanto, la CTM, como siempre, preparaba a sus huestes para llamar la atención. Querían aparecer en el plano, no para defender del todo a sus trabajadores, sino para preparar el terreno para futuras manifestaciones. Morena, el partido dentro del Congreso, alberga al senador Napoleón Gómez Urrutia, el mismo que quiere arrebatarles la caratula del contrato laboral minero ante Grupo México. Pero esa es otra historia.

 

De nuevo dentro del Congreso, media hora antes del inicio de la sesión, en el segundo piso los diputados marcaban territorio en sus oficinas, enumeradas de la 1 a la 33, con sus nombres inscritos en las placas a un costado de cada puerta. Pero no todos están ya instalados, algunas oficinas lucen en remodelación, sin muebles. Yumiko Yerania Palomares, diputada de Morena por el distrito 10 de Hermosillo, corría por el pasillo, para luego regresarse sobre sus pasos. Se notaba nerviosa.

Luis Mario Rivera, plurinominal del Verde, en cambio, caminaba seguro de un extremo al otro. Parecía que no encontraba su oficina, pero saludó a quien escribe de lejos. Y se agradece el gesto.

 

Martin Matrecitos y Carlos Navarrete, también de Morena y de los distritos 9 y 7 respectivamente, entraban y salían de sus oficinas. Ahora daban una orden a los suyos, luego se metían a la oficina de algún otro compañero e intentaban organizar a todos, aunque no organizaran a nadie. Ernestina Castro, del distrito 17 Cajeme y coordinadora de los dos, pedía y daba direcciones, desde su oficina, enclavada en una de las esquinas de ese piso que, por los próximos tres años, será la casa de todos ellos.

 

Olía a café y galletas. Y los bultos con botellas de agua se apilaban en una pared y en otra.

 

El PRI y el PAN se reportaron en la “previa” (así les llaman a las reuniones que sostienen antes de cada sesión). Los coordinadores de cada bancada ensayaban sus posicionamientos. Los imaginó parados frente al espejo, estudiando los ademanes, sumiendo el vientre y acomodándose la corbata ellos, o los collares sobre el cuello ellas. Estirando la columna para verse lo mejor posible ya frente al micrófono, en tribuna.
Ernestina Castro, Jesús Alonso Montes y Rodolfo Lizarraga, de la coalición; el “Roger” Diaz Brown, Gildardo Real, María Dolores del Rio, Francisco Javier Duarte, y Luis Mario Rivera; del PRI, PAN, MC, Panal y Verde Ecologista serían los protagonistas este dia.

 

Y llegó la hora. La prensa en tanto, arremolinada en todas partes, cubriendo áreas de prensa, pasillos, y el mismo salón de plenos, esperaban la salida de los diputados para la entrevista previa. Jesús Alonso Montes Piña, coordinador del PES, tuvo el honor de atender esa demanda. Habló adelantadamente de su posicionamiento, de la agenda legislativa, de los recortes presupuestales y del combate a la corrupción. Y luego le dijeron que la sesión ya iniciaría, y que debía ocupar su curul. Un poco desorientado intentó entrar por el área de visitas, y su eficiente asistente le dijo – tú entras por el pasillo, por allí derechito – y se lo señaló con el índice. Afuera la CTM ya gritaba sus consignas, pero nadie las atendía. En ese momento el interés estaba en otros temas, en otros rostros.

 

El Salón de plenos lucia igual que siempre. Nada excepcional, nada diferente. Es una legislatura más, la 62 (oficialmente se dicta con números romanos LXII). Pero los posicionamientos, de los que hablaremos mas adelante, insisten en habilitarla como la más espectacular, o especial o única. La que el pueblo ordenó se constituyera, dicen ellos.

Lo que si fue diferente fue el acomodo de las bancadas.

 

Viendo desde la mesa directiva, con las curules en forma de abanico, al fondo a la derecha estaban en línea de izquierda a derecha los 5 diputados del PRI, debajo de ellos los 3 del PAN y los 2 del Panal. Y cerrando ese costado los 5 del PT. En el extremo izquierdo y contiguos a los del PRI, se acomodaron los 6 del PES, y el resto de los espacios fueron ocupados por los de Morena. No fue posible identificar los que ocuparan la diputada del MC y el del Verde Ecologista, porque ocupaban sus sillas en la mesa directiva.

 

El PRI siempre había despachado desde el costado izquierdo del salón. Ahora deberá hacerlo desde la esquina derecha. El PAN perdió el contacto con los asistentes a través del ventanal plástico que divide al salón, y ahora solo ocupó tres curules, perdidas en la segunda fila.

 

Y así, en esas posiciones, Rosa María Mancha Ornelas dio por iniciada la sesión, con el pase de lista a cargo de María Dolores del Rio, que dio cuenta de las asistencia de los 33 diputados, que contestaban – ¡presente! – al oír su nombre. Unos, mas ingenuos, levantaban la mano como si estuvieran aún en la primaria, mientras intentaban ponerse de píe para ser visibles.

 

Los trajes en ellos fueron de todos los colores, obscuros la mayoría, o azul añil y llamativo en uno del Panal. En ellas, las mujeres, los vestidos formales estuvieron a la altura, aunque otras prefirieron sobrios trajes sastre a la medida. Nada que inculpar en este sentido, porque el esmero de los 33 fue suficiente para lucir bien, a la altura.

 

Luego vinieron los tres primeros posicionamientos en voz de Ernestina Castro de Morena, Jesús Alonso Montes del PES y Rodolfo Lizarraga del PT. Incendiarios y lapidarios, repartiendo culpas y sentenciando juicios. Los tres señalaron errores del pasado, corrupciones que ellos ven desde sus curules y que juraron llevarán a proceso. Advertencias validas de que no permitirán más saqueo, más afrentas, más violaciones. En ese momento empezó a sentirse ambiente de campaña electoral ¿Por qué no entienden los de la coalición que ya ganaron? Fue Rodolfo Lizarraga del PT el único que, luego de atizar contra los de oposición, habló de lo que fue un verdadero posicionamiento, y la promesa de una agenda legislativa que velara por la seguridad, la educación la salud, la inversión, los mas vulnerables y los pobres. ¡Los pobres! ¿Y que pasara con los que no son pobres, pero igual votaron por ellos? El Congreso es la casa del pueblo, si, pero de todo el pueblo, pobres y ricos.

Mientras los tres hablaban en sus respectivas oportunidades, la distracción hizo presa de muchos, y la presidente de la mesa directiva recordó sus tiempos de maestra de primaria, y casi se pudo escuchar el metro de madera golpeando la mesa mientras advertía – les pido respeto, guarden silencio – En la bancada del PRI hubo risas, y en la del PT se reacomodaron como párvulos regañados.
Gildardo Real, el coordinador del PAN, ni siquiera se dio cuenta de eso, su mirada estaba clavada en sus hojas mientras ensayaba su retórica, su dicción y su pronunciamiento. No era tiempo de escuchar a sus iguales, era tiempo de identificarse con su posicionamiento que dictaría momentos después, y que parecía no había estudiado antes.

Carlos Navarrete, otrora petista, luego morenista, y finalmente cobijado bajo la bancada del PES, cumplió la petición de su coordinador Montes Piña, y video grabó toda su participación a la distancia, celular en mano – vamos por el derecho a la vida, por la familia y los valores – dijo el sanluisino coordinador, y flotó en el ambiente el tema del aborto, la marihuana y los matrimonios igualitarios. El primer encontronazo fue profético.

¿Servicio de edecanes? ¡Claro que sí! Aunque fue una sola chica, que solícita llevaba botellitas de agua, y repartía tazas de café por aquí y por allá. Fue imposible no acordarse de cómo había quienes criticaban a raudales ese servicio, y ahora, viendo que atendían a los suyos, guardaban silencio, disfrutando de las mieles de ser atendidos sin ponerse de pie.

Curioso fue ver también que en el área de visitas no estaban todos los que debían estar. Muchas butaca vacías donde se extraño la presencia de activistas sociales que, enardecidos, arremetían contra los del PRI y los del PAN en el pasado. Esta vez decidieron quedarse en casa. No iban a ir en contra de su propia naturaleza.

Pero luego vino la respuesta de la oposición, y Rogelio Diaz Brown, coordinador de la bancada del PRI, llamó a sus compañeros diputados a mantener apertura y dialogo, a trabajar en equipo a favor de los sonorenses, a olvidar rencillas, vicios y malas experiencias. Mientras hablaba, algunos apretujaron sus labios y se reacomodaron en sus sillas, y extrañamente, retumbo como eco el párrafo del Himno Nacional que el guaymense Rodolfo Lizarraga había recitado momentos antes en su participación – Mexicanos al grito de guerra – sentenció el petista.

Luego vino Gildardo Real hablando de lo que en sus dos previas participaciones como diputado no había imaginado, – antes de colores y plataformas todos estamos seguros de que somos sonorenses de bien – dijo mientras se recordaba en automático esa administración del pasado a la que él perteneció. Francisco Javier Duarte, María Dolores del Rio y Luis Mario Rivera giraron en los mismos temas: conciliación, reencontrarse con el pueblo, abatir la corrupción, respetar la democracia.

Luego, un importante episodio saltó a la vista. Ninguna bancada tiene un estructurado equipo de comunicación, salvo el de Acción Nacional. Brenda Martínez Tequida, conocida operadora de medios sacó a Gildardo Real para la entrevista con medios luego de visitar la tribuna donde extendió su posicionamiento. Fue el único coordinador que palomeó esa casilla, el resto durmió en sus laureles.

Los aplausos no faltaron. ¿Los aplausos? Ya aprenderán todos que son innecesarios, pero en caridad de Dios esperamos que no tomen esa engorrosa práctica de la pasada legislatura, cuando luego de casi cada participación todos hacían uso de la voz solo para decir – nada más para unirme al posicionamiento del compañero, cuente conmigo, lo apoyó, me gusta su iniciativa -.

Y así terminó la primer sesión de la cuarta transformación. Sin mayores sobresaltos, sin debates, sin posicionamiento ni en lo particular ni en lo general. Luego abrazos entre todos, la no tan obligada foto grupal, por bancada, en cualquier rincón del salón de plenos, “la selfie para el fase”, los saludos abanicando la mano, los mensajes por wathsapp. Y afuera, la CTM se rindió y decidió mejor retirarse sin decir más nada. La segunda sesión redactara otro capítulo.

Por Gilberto Armenta

Comentarios