EXPRESIONES
GASPAR NAVARRO
Siempre las visitas presidenciales a los estados son de esperanza para la llegada de recursos financieros, obras o programas extraordinarios, pero en las seis visitas del presidente López Obrador a Sonora solo nos trae promesas que por desgracia están sin cumplirse.
En su visita a Agua Prieta el presidente revivió la promesa de bajar el costo de las tarifas eléctricas en la región fronteriza, y mejorar la infraestructura carretera estatal, pero prometer no empobrece pues ahí mismo les señaló que tendrán que esperar sentados, pues les dijo que era difícil que disminuyeran las tarifas de energía eléctrica porque la CFE estaba “quebrada” al recibirla en “números rojos”.
De hecho los usuarios de la CFE de la zona fronteriza sonorense siguen con sus protestas porque no han disminuido los excesivos cobros en sus recibos de luz al pasar a la Tarifa DAC o de Alto Consumo por vivir en zonas de climas extremosos.
En Agua Prieta López Obrador prometió que ese municipios y Naco recibirían recursos extras al incluirlos en el programa de mejoras urbanas para ciudades fronterizas donde ya están Nogales y San Luis Río Colorado, así como construir la Universidad “Benito Juárez” y bajar a 14 pesos el litro de gasolina que en la actualidad se paga a 16 pesos por litro.
De los problemas torales de Sonora, López Obrador ni se acordó, dejando en el aire los reclamos de los sonorenses por reforzar la seguridad, tampoco nada dijo de la permanencia de las viejas reglas del Fondo Minero para apoyar a municipios mineros; ni de las estancias infantiles; ni habló de recursos extras para paliar los negativos efectos del recorte del presupuesto federal para la entidad; tampoco se refirió al problema de contaminación minera en el Río Sonora; ni aplicar recursos para atender a migrantes; ni mucho menos se acordó de los proyectos productivos presentados en meses anteriores por una delegación de empresarios, alcaldes, diputados y el gobierno estatal.
Quien nunca se queda callada, e hizo patente la necesidad del urgente apoyo federal fue la gobernadora Claudia Pavlovich, quien en el evento solicitó a López Obrador su apoyo para combatir los baches en 13 municipios; terminar la rehabilitación de la carretera Agua Prieta-Bavispe; modernizar los puertos fronterizos; renovar el convenio para el subsidio de la tarifa domiciliaria 1F de la CFE; y hasta que se cumpla con la construcción de la Unidad de Medicina Familiar del IMSS en Agua Prieta.
La gober no solicitó a López Obrador recursos extras luego de que “la dejaron colgada de la brocha” con la construcción del nuevo Hospital General de Especialidades en Hermosillo, porque tras el recorte federal para esa obra, tuvo que hacer uso de un crédito bancario aprobado por unanimidad en el Congreso del Estado para poder culminar el nosocomio, y que no se quedara como “Elefante blanco”.
Luego de que el sábado visitó Agua Prieta, López Obrador se trasladó por carretera a Bavispe porque el miedo no anda en burro y le tiene fobia a los helicópteros, y en ese trayecto sufrió un percance automovilístico al “poncharse” sin mayores consecuencias la llanta de la unidad que lo trasladaba hacia comunidad de La Mora, donde se registró la masacre de mormones, y donde se reuniría con las familias LeBarón, Miller y Langford, quienes perdieron familiares en la narco ejecución del pasado 4 de noviembre.
Hay que reconocer el retorcido colmillo político de López Obrador para agendar la reunión con los patriarcas mormones en el mismo lugar de la masacre, aunque de manera oficial no se dieron detalles de lo platicado, ni si hubo mayores avances en la investigación de la ejecución de tres mujeres y seis niños mexico-estadounidenses, quedando todo en la versión de que hay siete detenidos como presuntos implicados, aunque ahí mismo los parientes de dos rancheros detenidos le reclamaron que eran inocentes.
Aunque hay supuestos avances en la investigación por parte de la Fiscalía General de la República con varios detenidos, más las dos personas presas en Estados Unidos, para los LeBarón no es suficiente, y encabezarán otra marcha ahora de Cuernavaca a la Ciudad de México para exigir justicia por sus muertos y para el centenar de ejecutados por día en el País.
La ola de violencia en el País no frena luego de la masacre en Bavispe, según lo reclamó Brayan LeBarón al dar lectura al posicionamiento de la familia en La Mora, por lo que está claro que no se dejarán que les den “atole con el dedo” ni que inventen “chivos expiatorios”, pues también el abogado de las familias mormonas el ex procurador Abel Murrieta, declaró que se debería de saber el por qué ejecutaron a mujeres y niños inocentes.
Quien no dejó pasar la oportunidad de la visita presidencial fue la alcaldesa capitalina Célida López Cárdenas, quien gestionó ante López Obrador recursos federales para solucionar de fondo la infraestructura urbana y las vialidades que están colapsadas por las intensas lluvias.
La alcaldesa Célida López le informó a López Obrador de la estrategia para solucionar las condiciones históricas de colapso de las vialidades aplicando concreto hidráulico al incrementar el presupuesto este año para ese programa, pero era necesario el apoyo federal para lograr una solución definitiva.
Sobre el problema de los baches y malas condiciones de las vialidades, la gobernadora Pavlovich también abordó ese problema con López Obrador al solicitarle en su visita a Sonora recursos extras por mil millones de pesos para aplicarlos en un programa de recarpeteo de infraestructura vial en 13 municipios. Demanda a la que al igual que las anteriores el Presidente no dio respuesta inmediata, pues hizo efectivo su derecho a guardar silencio.
Y así como llegó una vez más a Sonora se fue López Obrador haciendo promesas políticas y recibiendo demandas ciudadanas a través del gobierno y organizaciones, como si siguiera en campaña. Y me canso ganso que la próxima visita presidencial a Sonora será igual de insustancial. (g_navarro_ruiz@hotmail.com)
