El senador socialista demócrata arrancó su campaña presidencial en su nativo Brooklyn al declarar que es la continuación de la “revolución política” que se inició en la contienda de 2016 para rescatar al país no sólo del “presidente más peligroso” de tiempos recientes, sino de las garras del uno por ciento más rico para establecer un gobierno de y para las mayorías.
Fuente: LaJornada
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