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Un equipo de la Universidad Clermont Auvergne (Francia) ha utilizado resonancia magnética (RMN) para capturar imágenes en 3D de cómo la cabeza de los bebés se deforma para facilitar el parto. Los resultados del estudio se han publicado en la revista de acceso abierto PLOS ONE.

Los médicos ya saben desde hace tiempo que el cráneo del feto cambia de forma durante el parto. Estos cambios ocurren durante la segunda etapa, cuando sale del útero y se mueve a través del canal de parto. Sin embargo, los detalles del moldeado de la cabeza eran poco claros.

En el nuevo estudio, liderado por el ginecólogo Olivier Ami, se usó la RMN 3D para captar imágenes detalladas de los cráneos y cerebros de siete bebés antes y durante la segunda etapa del trabajo de parto.

El análisis reveló el moldeado de la cabeza del feto durante la fase de salida del útero con distintas partes del cráneo superpuestas en diferentes grados entre los siete bebés. Después del nacimiento, cinco de las formas del cráneo y del cerebro de los recién nacidos volvieron a su estado anterior al nacimiento, pero los cambios persistieron en dos de los bebés.

El estudio resalta que dos de los tres bebés con el mayor grado de moldeamiento de la cabeza del feto nacieron por cesárea de emergencia, pero el tercero nació por vía vaginal con un mínimo esfuerzo de expulsión.

Cráneos más y menos deformables

Los hallazgos de la investigación apuntan a que los fetos experimentan mayor estrés craneal durante el parto de lo que se pensaba, lo cual podría ser la causa subyacente del sangrado asintomático del cerebro y de la retina que se observa en muchos recién nacidos después del parto vaginal.

Según Ami, “durante el parto vaginal, la forma cerebral fetal sufre deformaciones en diferentes grados dependiendo del grado de superposición de los huesos del cráneo. Después del nacimiento este moldeamiento craneal no suele ser visible en la mayoría de los recién nacidos”.

Además, agrega, “algunos cráneos son más deformables y facilitan el parto, en tanto que otros no lo son y lo dificultan”.

Los autores señalan que se necesita un estudio más grande para confirmar sus hallazgos, pero que su trabajo demuestra el valor de la resonancia magnética 3D para capturar el moldeado de la cabeza del feto.

Fuente: SINC

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