Todo parece indicar que la nueva realidad política surgida en el país (y obviamente en Sonora) después de la pasada elección ha comenzado a prefigurar un escenario en el que la sucesión gubernamental 2021 derive en la integración de un frente amplio de partidos y organizaciones diversas, que presente competencia real ante una eventual reedición del tsunami morenista que arrasó con las otrora dos principales fuerzas políticas: el PRI y el PAN.
Estos dos partidos eran, hasta el año pasado los principales protagonistas de las contiendas electorales, donde la izquierda participó con más o menos fortuna desde las filas del PRD, que tuvo su mejor momento a mediados de los 90 y que fue acaso el peor damnificado del tsunami que le arrancó hasta el registro estatal y lo remitió a la franja de la peor marginalidad que se recuerde en su historia.
Ni siquiera juntos, estos partidos acopiaron la cantidad de votos que tuvo en Sonora la coalición Juntos Haremos Historia, y aunque sus dirigentes han dicho, por separado, que ven poco probable una repetición de esa historia, nadie puede darlo por descartado, sobre todo si el presidente logra estabilizar una nave que hasta hoy, pese a volar entre turbulencias no le ha movido un solo pelo a su bono democrático y sus niveles de aceptación siguen siendo muy altos.
Los programas de bienestar son claves en esta prospectiva, pues aunque han sido severamente cuestionados por sus opositores, en su mayoría no comienzan a funcionar y ni siquiera se han definido sus reglas de operación, pero eso va a cambiar en breve y se puede traducir en la consolidación de una gran base social-clientelar que, ya con unos pesos en la bolsa, vuelvan a cruzar las boletas en las que aparezca de nuevo Andrés Manuel López Obrador solicitando el refrendo de su mandato.
Ese sería el escenario más favorable para la coalición que encabeza. El más negativo sería que los gobiernos locales encabezados por dicha coalición sigan atascados en el pantano de las improvisaciones y los yerros; en la falta de pericia administrativa que ya comienzan a abonar al desencanto en varios municipios, desde Nogales y Agua Prieta, hasta Hermosillo, Guaymas, Empalme, Cajeme y Navojoa.
Por otro lado, no debe subestimarse el corrimiento de posiciones que se está presentando en el PRI, donde poco a poco, incluso entre corrientes que hasta en dos ocasiones se opusieron a la candidatura de Ernesto “El Borrego” Gándara, esta vez comienzan a admitir que no hay un mejor perfil para representarlos en la contienda 2021. Tampoco hay que desestimar el trabajo de posicionamiento que se está presentando en torno a esa figura.
Algunas fuentes consultadas en el PAN, admiten no ver con malos ojos postular al Borrego si es que en el PRI le vuelven a cerrar las puertas, pero a esta película le falta mucho todavía.
Si la elección estuviera hoy en la fase de la definición de candidatos el cuadro sería el siguiente: por Morena, Alfonso Durazo; por el PT, Ana Gabriela Guevara; por el PRI, Ernesto Gándara; por el PAN, Antonio Astiazarán; por Movimiento Ciudadano, María Dolores del Río y como independiente, Ricardo Bours Castelo.
Con al menos seis candidatos, el voto se fragmentaría notablemente, favoreciendo al candidato de la opción con mayores recursos y con mejor posicionamiento, que en este caso sería Alfonso Durazo.
Un frente amplio opositor atomizaría las preferencias en dos grandes polos, lo que volvería muy interesante la contienda.
El tema a definir, en todo caso, es quién encabezaría ese frente, coalición, alianza o como quiera llamarle. Salvo su mejor opinión, que es como siempre la más respetable, pienso que la persona más indicada sería Ernesto Gándara.
No sé qué le parezca.
II
Luego del compromiso del presidente Andrés Manuel López Obrador para mantener el subsidio a las tarifas eléctricas en Sonora, sólo falta que la Secretaría de Hacienda firme el convenio respectivo con la Comisión Federal de Electricidad para hacer efectivo el subsidio de verano, que para este año se estima tenga un monto aproximado a los 464 millones de pesos.
Así lo dio a conocer ayer la gobernadora Claudia Pavlovich, que también llamó a los directivos de la paraestatal a revisar los casos de Agua Prieta y Nogales, donde el monto de los cobros en los más recientes recibos se disparó de manera inusual, colocando a los habitantes de esas ciudades en verdaderos problemas, pues se han registrado casos en que los cobros tuvieron un incremento desde los mil o dos mil pesos, a más de veinte mil.
III
Lo que tenía que pasar pasó, y Rodolfo Lizárraga hizo bueno el apodo que le endilgaron como Rodolfo “El Breve”, al anunciar dramáticamente su salida de la coordinación parlamentaria del PT, en un movimiento que parece la última estocada al grupo que a lo largo de dos décadas había hegemonizado el mando en esa organización política cuyo líder histórico es Jaime Moreno Berry.
Lizárraga, que insiste, desde un pandísimo becerro, en su aspiración por la candidatura a la alcaldía de Guaymas entró en conflicto con la comisionada nacional del PT, Ana Gabriela Guevara y con su operador político, Ramón Flores, que desde hace tiempo le vieron la zanca al pollo, advirtiendo que desde la coordinación parlamentaria, el histriónico guaymense estaba aprovechando cuantiosos recursos para financiar su adelantadísima campaña.
Después de largas y no tan cordiales discusiones en los órganos de dirección estatal y nacional del PT, finalmente María Magdalena Uribe fue designada coordinadora de bancada y Rodolfo tiene ante sí una situación más bien incómoda. La relación con sus colegas no quedó en los mejores términos; se fue despotricando contra Ana Gabriela y Ramón Flores, extendiendo además el petate del muerto con el que amaga con irse a la bancada de Morena, donde por cierto no tiene todas las querencias, después de haberse confrontado con ellos en varios temas.
En su despedida, el diputado guaymense anunció que seguirá trabajando con sus propios recursos en la atención a las demandas de sus representados en el distrito XIII.
IV
Donde se abrió el proceso de renovación del Consejo Político Estatal es por rumbos del PRI, donde Ernesto de Lucas anunció el lanzamiento de la convocatoria para renovar a la mitad de los integrantes del máximo órgano de dirección. La otra mitad son miembros ex oficio: dirigentes estatales y municipales, alcaldes, diputados, cuadros distinguidos, ex dirigentes, etc.
Así, serán 325 nuevos consejeros los que serán electos en procesos que se llevarán a cabo en cada uno de los siete distritos federales electorales; las campañas inician el 17 de marzo y concluyen diez días después; la elección será el 4 de abril y el 5 se entregan las constancias de mayoría a las planillas ganadoras y se les tomará protesta el 6 o el 12 de ese mismo mes, en una sede aún por definir, pero lo más seguro es que no sea en Hermosillo.
Aprovechamos para preguntarle al Pato qué es lo que tiene pensado hacer, más allá de renovar las estructuras, en materia de renovación de ideas, de métodos de trabajo, considerando lo ocurrido el pasado primero de junio y sobre todo, lo que pueda ocurrir en 2021, cuando sea precisamente este nuevo Consejo el que tenga la responsabilidad de sacar adelante los procesos interno y constitucional.
Mencionó que efectivamente, no se trata sólo de cambiar estructuras, sino de buscar (y encontrar) cuadros nuevos que se identifiquen con la idea de hacer al PRI más revolucionario y menos institucional, que replanteen los métodos de trabajo y sean capaces de ir por esa mayoría de ciudadanos que no se militan en partido alguno.
V
Ayer nos enteramos de la triste noticia del fallecimiento de Rubén Duarte Rodríguez, vencido finalmente por una enfermedad contra la que luchó a brazo partido en los últimos años.
Rubén fue un hombre de letras y de combate, activista de izquierda, veterano de muchos movimientos sociales y políticos; músico, poeta, periodista con quien compartimos espacios en diversos medios. Ya no está más aquí. Vaya para su familia un abrazo fraterno y solidario.
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