Agenda legislativa en San Lázaro.- El diputado Javier Lamarque, dio a conocer puntos importantes que se tratarán en el actual periodo ordinario de sesiones.- Destaca el que las penas a menores de edad no prescriban al cumplir los 18 años
Bernardo Elenes Habas
Tienen profundidad, los temas que abordará durante el actual periodo ordinario de sesiones, la Cámara de Diputados en el Congreso de la Unión.
Aunque, se prevé la apertura de un fuerte debate sobre dicha agenda.
Ayer lunes 10, el diputado federal por Cajeme, Javier Lamarque Cano, dio a conocer en conferencia de prensa, parte de esta labor legislativa que deberá atenderse en San Lázaro.
Por ejemplo, se anuncian reformas en normas específicas como la Ley Nacional de Cultura y Justicia Cívica que se homologaría en todo el país, y que permitirá a personas recluidas por delitos menores, que puedan pagar con trabajo comunitario sus faltas a la sociedad, disminuyendo así sus condenas. Ello, por supuesto, con el consentimiento de los procesados.
Pero existe, también, la intención de hacer cambios en cuanto al juzgamiento de delincuentes menores de edad. Buscando que la temporalidad de sus delitos y sus condenas no desaparezcan cuando lleguen a la mayoría de edad, y por ende alcanzar la libertad. Es decir, si alguien cometió un delito grave a los 16 años, por ejemplo, no quedaría exonerado en dos años al cumplir su mayoría de edad. Sino que deberá tener vigencia y continuidad el fallo condenatorio.
Con estas reformas, señaló el legislador federal, se evitaría que la delincuencia organizada utilice a adolescentes en sus objetivos criminales, ya que los cárteles vienen considerando que en poco tiempo quedarían libres sus miembros y con disposición de volver incorporarlos en sus filas; pero también, disuadir a los menores a no involucrarse en conductas antisociales. Sin duda, será polémica dicha iniciativa de reforma, reconoció el ex alcalde cajemense.
Recalcó, también, que no solamente se trata de atacar legislativamente los efectos de la delincuencia en el caso de los menores de edad, sino ir a las causas queprovocan las conductas antisociales que, ciertamente, provienen de la desintegración familiar y la pobreza.
Por ello, dijo, son efectivos y necesarios los programas de becas y apoyos a jóvenes estudiantes y quienes se incorporan al trabajo en un proceso de aprendizaje, que mantiene activos el Gobierno de la República.
Y, efectivamente, es preocupante la forma en que se involucra a adolescentes en la ola de violencia sin fin que envuelve al país, de la que Cajeme no es ajena.
Estremece a la sociedad en general enterarse de la muerte de muchachos casi niños. Y, es precisamente cuando se reflexiona en que todos somos culpables de haber contribuido por indiferencia, por ausencia de convicciones sociales y humanas a estos extremos de barbarie.
Pero, inevitablemente, quienes cargan con el mayor peso de la culpa, son los integrantes de la clase política, principalmente. Por sus ambiciones de poder que los ciega a ir en pos exclusivamente de objetivos personales, cuando debieran atender el gran reclamo, el grito desgarrado de una sociedad en decadencia que, tarde o temprano, se convertirá en verdugo implacable de aquellos que no miran a su entorno, y solamente tienen oídos, ojos, voluntad para construir puentes hacia el poder.
Qué lástima.
Le saludo, lector.
