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El PRI, en la encrucijada de elegir candidato.- Hará falta entre sus pretensos en Sonora, humildad para quemar las naves de sus ambiciones, y reconocer y apoyar al perfil capaz de llegar al corazón y la inteligencia del electorado 

Bernardo Elenes Habas

En Sonora, no hay aún aspirantes amarrados para disputar la gubernatura, pese a la impresión que mediáticamente pudiese estarse perfilando.

No los tiene Morena. No los tiene el PRI. No los tiene el PAN.

Ernesto Gándara El Borrego

Quizás el único estable –hasta el momento- en este trayecto preelectoral, sea Ricardo Bours Castelo, quien transita el carril de los independientes. Pero si el viento de los tiempos hace cambiar circunstancias y rumbo de una barca tan frágil como es la política, con la presencia de otros interesados en esa vía, ya no sería Ricardo un solitario en pos de su horizonte, sino que se complicaría su carta de navegación, y con ello, su puerto seguro.

En Morena, hay solamente aproximaciones sobre quién podría llevar los colores del movimiento que, no obstante su proclamación de izquierda, no lo es en su conformación. Todo está sujeto, indudablemente, a la determinación de Andrés Manuel López Obrador. Quien, aunque a la hora de las definiciones pida que a él no lo metan en esto, en la doble moral que se vive en política, “antes como antes y ahora como ahora”, nadie se lo creería.

No están seguros, pues, Alfonso Durazo, Ana Gabriela Guevara, Alejandro Esquer Verdugo, Javier Lamarque, Jorge Taddei, Arturo Bours Griffith, sino que viven sujetos a los cambios que se generen al paso de las semanas y meses, tiempo madurado que daría señales sobre el tipo de estrategias que se deberán seguir. No mostrar, pues, las cartas antes de tiempo.

Rogelio Díaz Brown diputado

Porque, claro, a AMLO no le convendría una mancha electoral negativa en su prestigio propinada por Sonora, como resultado de una mala decisión. Es decir, no se atrevería a elegir abanderado de Morena a “mano alzada”, porque el campo de batalla en una entidad con electorado pensante y alejado de fanatismos, se percibe de sumo cuidado. A esto se le debe agregar que en el terruño ni Morena, ni los gobiernos emanados de sus siglas, están cumpliendo a  cabalidad el ideario prometido de justicia social y transformación.

El PAN, con toda y su distinción de segunda fuerza electoral a nivel nacional (aunque muy lejana del Movimiento Regeneración Nacional), en Sonora su alma política, su dignidad, sus principios de orden y generosidad al servicio de la patria, quedaron destrozados desde el sexenio 2009-2015, conducido por Guillermo Padrés Elías y sus muchachos.

Odisea azul que no se borrará jamás de la memoria colectiva. Menos cuando el ex gobernador y sus colaboradores se exhiben impúdicamente, preparando desde la estructura interna de su partido, el retorno por la revancha: “¡Ahora sí, agárrense cabrones!”, grito con soberbia y sed de venganza Guillermo, cuando salió de prisión.

Y el PRI, partido que se perfila para convertirse en contrapeso natural de Morena durante el proceso 2021, podría perder esa alternativa, si sus aspirantes por la candidatura, no se conducen con humildad.

Alfonso Durazo 1

Y es que la humildad, como valor esencial del ser humano para reconocer limitaciones y debilidades propias, nunca ha sido virtud de la clase política. En ese tejido predomina la soberbia. La descalificación. La autosuficiencia. Porque sus oficiantes se consideran iluminados, únicos para conducir los destinos de un pueblo, sin aceptar que siempre hay alguien mejor.

Por eso, el PRI requerirá entre sus aspirantes a la candidatura por la Entidad, sobre todo entre quienes dan la impresión de ser merecedores irremplazables a esa distinción, humildad para reconocer que alguno de los militantes que se mencionan o no son tomados en cuenta en los listados mediáticos, podría ser pieza clave para enfrentar el supuesto poderío de Morena y de AMLO, y mantener la gubernatura como el bastión importante e histórico que para el tricolor representa Sonora.

¿Quién de los pretensos, de entre Ernesto Gándara Camou, Miguel Ernesto Pompa Corella, Jorge Vidal Ahumada, Natalia Rivera Grijalva, Sylvana Beltrones, Ernesto de Lucas Hopkins, Rogelio Díaz Brown, será capaz de quemar sus propias naves al reconocer que pese a su experiencia y trayectoria no es su perfil humano y social el que se requiere para convencer no al PRI sino al electorado, y enfrentar así los nuevos tiempos, con posibilidades de alcanzar la victoria en las urnas?

Ahí radica la semilla de la humildad. Esa que aún no ha sido sembrada para acabar con la práctica viciada de hombres únicos y providenciales, y darle al pueblo lo que éste, con dignidad, admite, acepta, quiere.

Le saludo, lector.

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