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Bernardo Elenes Habas

¿No merece la Nación Yaqui, un proyecto de gran calado?.- Corredor Histórico para la etnia yoreme.- Pero también, la alternativa de más agua para Sonora, con el portento del Plan Hidráulico del Noroeste. “Seamos congruentes, exijamos lo imposible”.

Bernardo Elenes Habas

Más que el ofrecimiento de disculpas por las atrocidades que se han cometido y se siguen cometiendo en contra de la Nación Yaqui.

AMLO  con cobanahuas yaquis

Más que entablar diálogo con los gobiernos tradicionales yoremes y analizar la problemática de sus linderos –La Cuchilla-, los atropellos con el secuestro del agua de su río, la invasión paulatina de los yoris en territorio sagrado, el abandono en servicios esenciales a las familias como salud, educación, agua potable, trascendencia de su desarrollo respetando usos y costumbres, impulsos decididos a su cultura: la visita del presidente de México Andrés Manuel López Obrador a la etnia, si su sentimiento es real y no busca deslumbrar con espejitos a la tribu, placeando de paso a Alfonso Durazo Montaño como próximo candidato de Morena a la gubernatura de Sonora, tendrá que forjar un pacto solemne –el Pacto del Bacatete-, para rescatar desde sus raíces a una Nación olvidada.

Y eso podrá hacerse con un proyecto de gran calado, a la altura del Tren Maya, de la Refinería Dos Bocas, del aeropuerto Santa Lucía, con un Corredor Turístico-Histórico que rescate el pasado de la etnia, que estimule y fortalezca el desarrollo presente, que abra las expectativas futuras de crecimiento en el horizonte mágico del Bacatete.

Todo eso apuntalado, también, con programas productivos agrícolas y ganaderos, con expectativas de vivienda, urbanización, caminos y puentes que tengan

Río Yaqui

como estación luminosa la justicia que le deben a la Nación Yaqui desde 1533, cuando el soberbio capitán español Diego de Guzmán intentó invadir tierra y río, apoyadas sus tropas con un cañón, arcabuces, espadas, armaduras y caballos. Mientras que los Guerreros-Coyotes, armados con flechas, lanzas y su sentimiento de pertenencia a las praderas, la sierra, el río, escribieron su primera epopeya de valor y libertad contra las injusticias.

Y en ese mismo sentido, considerando que el agua se vuelve ya un motivo de luchas y botín de piratas para millonarios y políticos, no es fallido soñar en el Plan Hidráulico del Noroeste, a través de la construcción del gran Río de la Vida que canalice a Sonora el agua que se va al mar desde Nayarit y Sinaloa.

Si AMLO, en su visita a la Nación Yaqui, sólo trae su discurso justiciero, su bandera contra la corrupción, su afán de dividir al pueblo de México en liberales y conservadores, sin ser capaz de asomarse a los verdaderos horizontes que las familias reclaman para forjar sus destinos, estará perdiendo el tiempo, porque sus promesas serán semejantes a las de Luis Echeverría: retórica y populismo.

¿Acaso, no merece la región del Bacatete, llena de injusticias, masacres, deportaciones, sangre derramada en las alturas del Maso Koba, un proyecto como los que ya tiene en marcha y defiende contra viento y marea AMLO, desde su pregonada 

Familia yaqui

Cuarta Transformación?

“Seamos congruentes, exijamos lo imposible”.

Le saludo, lector.

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