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Bernardo Elenes Habas

¿Rogelio encabezaría el movimiento contra el acuaférico?.- Ya lo hizo desde Cajeme, siendo alcalde, enfrentando a Guillermo Padrés y su ilegal acueducto.- Será revelador el fallo del parlamento local, ante la solicitud de la morenista Célida López.

Bernardo Elenes Habas

Están removiendo, desde el norte de la entidad, las heridas no cerradas de resentimiento, ira, impotencia, de habitantes del sur. 

En su ambición de poder económico, el grupo político que se ostenta como desarrolladores inmobiliarios de Hermosillo, y que impulsa a la alcaldesa Célida López Cárdenas a darle continuidad a la ilegal obra del acueducto Independencia, despertaron la pesadilla del secuestro artero de agua del Río Yaqui.

Pusieron, sobre la mesa del debate público un tizón que vuelve a arder. Y su fuego, ahora, es con muchas aristas.

Nada borra de la memoria y del sentimiento de los habitantes del Valle y de la Nación Yaqui, el sufrimiento de un despojo perverso y lleno de ambición, aplastando sus derechos comunitarios por parte de la administración panista de Guillermo Padrés Elías (2009-2015), al sustraer contra toda legalidad, agua del río yoreme para cumplir intereses de cofradías de poder, bajo el pretexto de satisfacer la sed de familias hermosillenses, sin que se exploraran otras alternativas más viables que no dañaran la sustentabilidad del sur, como la desaladora proyectada durante el sexenio de Armando López Nogales en la gubernatura (1997-2003), que el mismo PAN, con Francisco Búrquez como presidente municipal de ese municipio (2000-2003), se encargó de que abortara.

Padrés Elías no escuchó razones. Atropelló leyes y dignidades de una comunidad trabajadora y noble. Cumpliéndole a sus iguales, los caciques de Hermosillo, con hechos que provocaron un incendio de conciencias y odios, de los que fuimos testigos los reporteros que vivimos de cerca esa tensa situación.

Al parecer, Célida López Cárdenas carece de memoria histórica al haber aceptado despertar la posible construcción del ramal norte del acueducto Independencia, bautizándolo ingenuamente con el nombre de Acuaférico Oriente, para dar la impresión de que se trata de una obra diferente y no del mismo proyecto padresista.

Y lo está promoviendo cuando faltan un par de meses para que se instale el proceso electoral 2020-2021, quizás sin percibir que su proyecto se convertiría -de no dar marcha atrás-, en la posible bandera que miles de sonorenses enarbolarían para enfrentar a Morena desde la oposición o desde la autonomía y libertad ciudadana, porque todo mundo detecta que es el núcleo político de dicho Movimiento, quien hace resurgir el secuestro del agua, como sucedió en las elecciones del 2015 contra el que fuera su partido semilla, el PAN.

A estas alturas, Célida le debe lealtad a Morena. Por ello su labor está incluida en el tejido de la Cuarta Transformación que encabeza AMLO, y por supuesto, en las ambiciones de poder político demostradas por Alfonso Durazo Montaño, quien ya construye la estructura sobre la que se desplazará su campaña en pos de la gubernatura.

Será reveladora la respuesta del parlamento local, cuando se debata la propuesta de crédito para definir el futuro de la obra.

Por lo pronto, son de tomarse en cuenta las declaraciones del coordinador de la bancada priísta Rogelio Díaz Brown, quien fue uno de los opositores frontales al acueducto Independencia cuando se desempeñó como alcalde de Cajeme (2012-2015), expresando que Hermosillo tenía prioridades más urgentes para sus familias que el citado ramal.

Y, por supuesto, se deduce que su voto será de rechazo a una intención que no se justifica.

Pero también, en Cajeme, se le vislumbra ya como el posible líder natural que enfrente la continuidad de saqueo del agua del Río Yaqui, con la visión puesta en que se clausure, por ilegal, todo el complejo del acueducto, pero también previendo que se abran nuevos proyectos legítimos y viables a favor del pueblo de Hermosillo (tal vez una desaladora), para que nunca más padezca sed.

¿Viene un movimiento de grandes proporciones cuyo desarrollo y trascendencia podría desembocar en los resultados de las urnas, el 6 de junio de 2021, como consecuencia de un disfrazado acuaférico, propiciado ahora por Morena y que en realidad se trata de la continuidad del acueducto de Guillermo Padrés?

¿El sacrificado sería Alfonso Durazo?

Hay que interpretar las señales de los tiempos.

Le saludo, lector.

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