¿Tiro de precisión de Eduardo Bours?.- Creo que no, más bien fue un escopetazo contra su propio grupo, su fría visión de futuro, su cero preocupación por una distribución justa de la riqueza.- Su entrevista giró en torno al único tema que le interesa: el poder público
Bernardo Elenes Habas
Eduardo Bours Castelo comienza a medir, por el momento, sus pasos uno a uno.
Manipula -pragmático como es-, el objetivo de las declaraciones vertidas a periodistas de la capital sonorense, contra Manlio Fabio Beltrones Rivera, figura que utiliza como tema central de sus fobias, para buscar darle nueva fortaleza política al apellido Bours Castelo y a su grupo.
¿Si tiene claro que Beltrones ya no manda aquí, para qué pedir que se vaya; a qué temerle a alguien que, según él, ha perdido poder? Y si fundamenta su lógica de que para tener fortaleza en política hay que poseer mando, entonces él mismo, Ricardo y Rodrigo, también deberían irse, porque ya no controlan Cajeme; menos tienen influencia política marcada en Sonora, a pesar de sus enormes propiedades.
El tiro de precisión –Eduardo utiliza siempre esa frase- que hace el ex gobernador de Sonora, no es contra Beltrones, sino para abrir, desde ahora, campaña mediática en pos de la gubernatura de Sonora para su hermano Ricardo (quien también, alternamente, tiene presencia en programas televisivos); y por supuesto, para colocar a otros personajes de su grupo, incluyéndolo, en un reparto de poder a futuro.
Sólo que el grupo de los Bours, prácticamente se quedó sin partido, al apoyar en Cajeme la candidatura de un independiente por la alcaldía –Rodrigo, quien solamente será regidor; pero también la de Antonio Astiazarán por el senado, desde el PAN-, sin que hasta el momento les hayan aplicado los estatutos priístas, situación que no significa el otorgamiento del perdón a esa ingratitud; sino que, tal vez, se las estén guardando para una ocasión que valga la pena.
Por ello, tendrían primero –es el anhelo de Eduardo-, que apoderarse de la estructura priísta en Sonora, para, a partir de
ese momento, comenzar a construir sobre bases más sólidas la rehabilitación de un instituto derrotado. De ahí, que el objetivo inicial de sus ataques los centren en Beltrones, pero también en Ricardo Mazón. Eliminados ambos, después vendría la transformación.
Bours Castelo, como dice de Manlio, tampoco alcanza a discernir lo que ocurrió el pasado primero de julio, cuando se marcó un importante parteaguas político-social en el país, y por supuesto en Sonora y en Cajeme, del que él y su grupo fueron testigos no dentro del que aún llaman su partido porque no han renunciado, sólo lo hizo Abel Murrieta, sino trabajando desde un carril independiente y desde las siglas del PAN.
Tendrá que comprenderse que las futuras luchas electorales en Sonora, no serán ya de PRI contra PRI, en el que se incluya el PAN para matizar pesos y contrapesos, sino que el juego fundamental girará en torno a una nueva toma de conciencia de la sociedad, la que ha aprendido el valor de su voto como arma eficaz para cambiar estructuras: Acabar con egoísmos. Desterrar ambiciones ciegas. Hundir actitudes soberbias y ponerle un alto a la simulación.
¿Por cierto, habló alguna vez en esa comparecencia con colegas de Hermosillo el ex gobernador, de su preocupación por la justicia social en beneficio de los desposeídos en la Entidad, o sólo se refirió a lo que a él le interesa, el poder público?
Creo que no. Todo giró en torno a su ambición de señorío. Hecho que supuestamente midió con un tiro de precisión para estremecer la conciencia de la clase política; pero que, en realidad, fue un escopetazo contra su propio grupo, contra su fría visión de futuro, su cero proyección por una distribución justa de la riqueza de la Entidad, que es heredad colectiva.
Le saludo, lector.
