Reducir el número de Ninis mediante la generación de empleos, representa el gran reto a atender para darles oportunidades de desarrollo a nuestros jóvenes.
Sonora tiene una de las mayores densidades en población de los mal llamados ninis, jóvenes que no estudian ni trabajan, con alrededor de 81 mil en total.
Este sector aumenta cada vez más ante la falta de oportunidades y representa casi el 3 por ciento de la población en Sonora, de los 2 millones 800 mil personas que vivían en el Estado hasta el año 2015, según la encuesta intercensal del INEGI.
Aunque los jóvenes serán factor fundamental en el destino de Sonora y del País en las elecciones de este 2018 porque representan el 30% por ciento de los electores –de la lista nominal de un millón 967 mil 610 sonorenses al 2015-, no hay programas contundentes de los tres niveles de Gobierno que lleven a darles mayor atención.
Y la capa de Ninis –como los etiquetan y de lo cual difiero- se genera por la falta de oportunidades porque se les pospone el acceso al primer empleo. La principal causa de desocupación de los jóvenes es la falta de experiencia no porque ellos quieran estar en esa condición, reitero, es por no contar con oportunidades.
No obstante las reformas laborales para emplearlos, en la práctica se requiere de acciones concretas que lleven a las empresas a aprovechar más a los jóvenes, del ímpetu, de la energía de quienes egresan de la universidad o de las escuelas técnicas con el entusiasmo de aportar lo mejor al proceso productivo.
Porque tenemos que considerar que serán los jóvenes quienes decidan en las elecciones del 1 de julio lo que quieren para México porque están esperanzados de que se les tome en cuenta en las decisiones, de tener su primer trabajo.
Ellos, los jóvenes, tienen el derecho de acceder a una seguridad social, a una vivienda y no queden frustrados por los esfuerzos realizados al estudiar una profesión.
De acuerdo con la misma encuesta del INEGI, la población en Sonora se divide en 50% hombres y 50% mujeres; personas menores de hasta 15 años son 811 mil 21; de entre 15 a 29 años son 762 mil 46, que representan el 52% de la población en la entidad. El resto son personas desde los 30 hasta más de 60 años.
A nivel nacional, se estima que los jóvenes mexicanos que no estudian ni trabajan, son 7.5 millones y cuestan al País 0.9% del Producto Interno Bruto (PIB) cada año, de acuerdo el reporte Observaciones sobre las políticas de estrategia de habilidades: México 2018 elaborado por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE).
Esta proporción del PIB equivale a 194 mil 090 millones de pesos (mdp), de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) del tercer trimestre de 2017.
Entre los 34 países de la OCDE, la República Mexicana es superada sólo por Turquía, Italia, Grecia y España. Aunque en la última década la tasa de los llamados Ninis ha disminuido aún está catalogada como alta.
No obstante que la misma OCDE advierte que la juventud que no activa sus habilidades dentro del mercado laboral es muy costosa para el País y podría ser el caso más a futuro para Sonora, aunque no esté aquí a niveles alarmantes, se debe trabajar en crear esos espacios.
Son 81 mil jóvenes que esperan una oportunidad en Sonora y las instituciones y dependencias involucradas, el sector educativo, deben atenderlo, con una mayor vinculación con el sector productivo para brindarles empleo y ofrecer estímulos que realmente sean atractivos a quienes contraten por primera vez a los nuevos profesionistas.
Todo sea por nuestros jóvenes y porque son quienes decidirán el futuro de México y del Estado.
Agradezco sus comentarios y retroalimentación a través del correo electrónico davidfigueroao@me.com; y en redes sociales: Twitter @DavidFigueroaO /Fb David Figueroa O.
Reseña: David Figueroa Ortega es empresario, Ex Cónsul de México en Los Ángeles y San José California; Ex Diputado Federal; Ex Alcalde de Agua Prieta; Ex Dirigente del PAN en Sonora.
