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Cada año, en marzo las personas morales y en abril las personas físicas tienen obligación de presentar declaración anual de impuestos y con ello corren el riesgo de ser victimas de individuos tramposos (seudo profesionistas o charlatanes) o en el menos peor de los casos personas con conocimientos insuficientes o falta de experiencia que por ganar dinero fácilmente, cometen fraude en las declaraciones de impuestos, aquí tiene algunos consejos para que usted no resulte perjudicado.

Cuando alguna persona o despacho le hace mal su declaración, el único perjudicado es usted, quien firma la declaración. Aún cuando otra persona le prepare sus impuestos, usted es el responsable por la información contenida en su declaración anual nunca firme una forma tributaria en blanco, no divulgue sus claves fiscales para uso de internet y siempre pida una explicación detallada del contenido.

Casi siempre el fraude o error costoso, está relacionado con datos falsos como omisión de ingresos, gastos exagerados o deducciones simuladas, de lo cual, la mayoría de las veces usted se da cuenta mucho después, hasta que la autoridad tributaria, le requiere información o lo visitan auditores fiscales.

El Código Fiscal de la Federación señala que la evasión fiscal es un delito que –en casos extremos- se puede castigar con pena corporal (cárcel) y/o elevadas multas, además de no extinguir la obligación de pagar con actualización y recargos la cantidad omitida.

Los funcionarios y empleados del Servicio de Administración Tributaria (SAT) están, por normatividad impedidos para prestar servicios de contabilidad o preparación de impuestos a titulo oneroso y personal.

Asimismo, si escucha que alguien le ofrece grandes saldos a favor que después serán recuperados, consulte con alguien confiable o informarse en las oficinas de la SHCP-SAT antes de comprometerse.

Considere todos los factores de riesgo; para escoger a su Contador debe ser tan cuidadoso como cuando escoge a su doctor o su abogado.

Consejos específicos:

1. No contrate a los que basan su cuota de honorarios en un porcentaje de la cantidad prometida como saldo a favor reembolsable y evite a las personas que dicen poder obtener saldos a favor reembolsables más grandes y que además no le pidan la información y documentos que sirven de base para la determinación de sus impuestos.

2. Desconfíe de quien le pida señalar en la declaración de impuestos, un domicilio fiscal, cuenta bancaria o CLABE diferentes a los que usted tiene para recibir avisos o la devolución de los saldos que resulten a favor; no facilite sus claves e identificaciones fiscales, sea cauteloso con esos datos personalísimos nunca revele sus contraseñas bancarias o de acceso a Internet, es preferible que usted esté presente cuando su declaración de impuestos sea presentada o enviada.

3. Utilice los servicios de un profesional en impuestos con oficina establecida, experiencia y prestigio, eso da seguridad de que es permanente y responde con seriedad a sus compromisos.

4. Tome en cuenta si la persona o despacho está disponible para responder a preguntas y aclarar dudas sobre la preparación y calculo de los impuestos meses o años después de haberla presentado, además que le proporcione copia de la declaración con sello de recibido por la autoridad, claves, sellos digitales cadena original de comprobación, comprobante del pago en el banco y de los papeles de trabajo relativos que sirvieron de base a su preparación.

5. Revise cuidadosamente su declaración antes de firmarla y siempre pregunte sobre lo que no entiende, no se quede con dudas.

6. Por mas elemental y sencilla que sea, la correcta preparación de una declaración anual de impuestos requiere de un tiempo estimado en una a dos semanas, desconfíe de la persona que le ofrezca tenerla lista en algunas horas de un día para otro.

7. Pida referencias y pregunte a quienes han utilizado anteriormente los servicios de la persona que quiere contratar si quedaron satisfechos con los servicios que recibieron.

Tomando estas recomendaciones, minimiza el riesgo de sufrir dolores de cabeza posteriormente; recuerde que las facultades de la autoridad para revisarle su contabilidad y correcto pago de impuestos, caducan al a los cinco años.

José L. Guerra Beltrán

Contador Público Certificado

Maestro en Administración

jlguerra@profesionalmx.com

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