El principal argumento de los asesores de MORENA y que acatan sin chistar sus representantes en el Congreso del Estado, en contra de la contratación de un crédito por mil 300 millones de pesos planteado en el presupuesto estatal 2020, es que cuando Alfonso Durazo Montaño sea gobernador de esta entidad, no tenga que asumir ese compromiso de pago.
Así de simplista el razonamiento de quienes suponen ya tienen amarrado ese triunfo electoral, lo cual no es otra cosa que pandear el becerro antes de tenerlo y actuar a contracorriente de lo que necesita Sonora y los sonorenses para mantener un buen ritmo de crecimiento en materia de infraestructura de beneficio comunitario, atender de mejor forma el problema de la inseguridad y concluir obras en el sector salud y dar mantenimiento a la red caminera del Estado.
De llevar a cabo, de concretar los amagos de rechazar la contratación de dicho empréstito en la sesión extraordinaria de este martes y de salirse con la suya a la hora de la votación, deberán asumir las consecuencias de negarse a proveer de los recursos financieros indispensables luego de los recortes al presupuesto federal para esta entidad, de lo cual también tuvieron todo que ver.
Cierto que nada de otro mundo ocurrirá si no es aprobado, pero lo que sí ocurrirá de este mundo es que su empecinamiento derivará en ausencia de obras que demandan los ciudadanos; el hospital general seguirá siendo el hospital general; se caerán las actuales excelentes condiciones de la red estatal de caminos; los diversos ayuntamientos no compensaran la eliminación del Fondo Minero y con todo y las reasignaciones, el sector seguridad pública se mantendrá en precarias condiciones ente la creciente problemática de dicho fenómeno.
Se supone que los sesudos asesores de MORENA en materia legislativa y financiera, debieron hacer evaluaciones sobre el impacto de su intención porque su patrón no reciba el gobierno estatal con más endeudamiento, aunque por su notorio aldeanismo político dudamos de dichos alcances y más bien sus instrucciones a sus representantes en el Congreso del Estado, derivan de pruritos arcaicos por su inexperiencia en temas de gobierno, en materia presupuestal y programación del gasto.
Si el gobierno de Sonora tiene la capacidad de endeudamiento y el crédito a contratar entra en los rangos previstos por la ley correspondiente, no tiene porqué se rechazado y la tarea legislativa debería concretarse en reglamentar su aplicación para que el destino de dichos recursos sea transparente y en prioridades, tal como lo plantea la exposición de motivos.
Aceptando sin conceder que Durazo Montaño tenga amarrada la gubernatura, lo cual es sumamente dudoso dado su patético papel y ausencia de resultados en sus actuales responsabilidades, en lugar de encontrar a una entidad con ciudadanos de municipios disfrutando de esas pequeñas grandes obras comunitarias; del mejor hospital del noroeste de México; de cuerpos de seguridad mejor equipados y con mayor personal, así como de nuevas tecnologías para combatir el delito, y así, pues dichas necesidades las deberá enfrentar él con el deterioro que se acumule.
No hay que temerle a una deuda si ésta puede pagarse y se refleja en beneficios que bien pueden ser disfrutados por muchos años y no aceptarlo así resulta una obcecación irracional, así como se comporta un buen número de diputados y diputadas que ni siquiera pueden abordar ese tema de forma coherente y que obviamente sólo dicen que no porque así les dieron las instrucciones.
Y no pueden alegar falta de información, porque a lo largo de más de mes y medio fueron arropados por datos y cifras en muchas reuniones que como grupo parlamentario y en lo individual a las que asistieron, aunque valga recordar que son duros de entendederas y que no es lo suyo la responsabilidad que por accidente les fue encomendada en las urnas.
De salirse con la suya, deberán estar muy bien preparados para apechugar reclamos ciudadanos por obras no realizadas y acciones no ejecutadas toda vez el recorte presupuestal federal y su aldeanismo al rechazar la fuente de recursos alterna propuesta por la gobernadora Claudia Pavlovich.
Este martes es la sesión extraordinaria en donde la legislatura estatal dará trámite al paquete económico 2020, ese al que se integra la solicitud del crédito de referencia y que para más señas, su ejercicio estaría regido por las reglas que impone la Ley de Austeridad que también debe ser aprobada y que complementa el decreto ya en vigor emitido por el ejecutivo.
Habrá qué ver si la mayoría, las dos terceras partes de la representación popular sonorense actúa con responsabilidad en función de las necesidades presentes de los ciudadanos o se imponen prospectivas futuristas en función de necesidades político-electorales de dudoso cumplimiento, y vale más que hagan lo correcto, porque la gente se los reclamará.
