Todo indica que al interior de MORENA hay quienes le ponen muchas ganas para que el diputado Héctor Raúl Castelo Montaño haga el ridículo, aprovechando que de todo el Grupo Parlamentario de ese partido en el Congreso del Estado, es el que puede hablar más o menos de corridito y que tenga ciertas habilidades para la lectura.
Miren, ya fuimos enterados que cuando posicionó en contra de la propuesta de la segunda vuelta electoral, no fue una prendida de foco ni lo hizo como El Borras, si no que fue comisionado para despotricar en contra del fraude en la elección presidencial del 2006, sin tomar en cuenta que él fue uno de los muchos que lucraron a manos llenas por la permanencia del PAN en Los Pinos y del nefasto derivado de dicha machincuepa, que instaló en Sonora a Guillermo Padrés en la gubernatura.
No por nada le fue como en feria por andar de patiño y ser víctima de algún travieso o perverso que cobra como asesor de su bancada, porque no se concibe que haya alguien que ignore sus correrías como beneficiario de programas de apoyo financiero del gobierno a fondo perdido y su lacayuno activismo en favor de Felipe Calderón y del corrupto exgobernador de Sonora.
Pero sus habilidades de “El Pollito” para hablar y leer más o menos de corridito, no lo exenta de incurrir en frecuentes cretinismos, como este otro perpetrado en la sesión de trabajo de la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales de este miércoles, donde se ratificó la solicitud de juicio político en contra de la alcaldesa de Navojoa, Rosario Quintero Borbón.
El punto relativo a la exalcaldesa mayita para lo cual fue convocada la comisión dictaminadora que preside Jesús Alonso Montes Piña, fue exclusivo para que Berenice Jiménez, Carlos Quiroz y Teresita Alvarez, ratificaran la solicitud, a la que ya se habían sumado la diputada Alejandra López Noriega y Gildardo Real, trámite legislativo que marca la primera etapa del juicio de procedencia que deberá desahogarse en los próximos diez días hábiles.
O sea, se trataba de acusar recibo de la ratificación de los promoventes y no estaba en la agenda entrarle a la procedencia de la solicitud y así fue insistido de parte de Montes Piña, de la diputada María Dolores del Río, el mismo Gildardo Real y así mismo, entendido por el resto de los presentes.
Bueno, el que no lo entendió así fue el expadrecista convertido como por arte de magia al morenismo, porque sin venir al caso se aventó un rollísimo sin pies ni cabeza donde a su estilo, confundió paridas con preñadas al pretender pontificar sobre las prioridades de la 4T y con ello reconocer tácitamente, que en efecto, hay corrupción en la administración municipal encabezada por Quintero Borbón.
En pocas palabras, dijo que su presidente privilegia el combate a la corrupción, pero también promueve la reconciliación política y lo más curado es que junto lo que pretendió ser una convocatoria a dicha reconciliación, calificó de malosos y azuzadores a los integrantes del cabildo que promueven el juicio político, entre ellos dos militantes de MORENA, así como contra diputados del PAN que hicieron suya dicha solicitud.
Le tuvieron que recordar que la reunión no se trataba de eso, sino sólo del trámite de ratificación, enfoque que incluso entendieron los promoventes, destacando además los llamados del presidente para evitar la politización de ese tema y sujetarse exclusivamente a los términos de ley y a las pruebas documentales que fundamentan los señalamientos contra dicha autoridad municipal, que dicho sea de paso, también se incluye al secretario del ayuntamiento y al tesorero.
En fin, no deberían de ser tan gachos con ese diputado, pero lo más importante, frente al caso Navojoa, MORENA tiene una excelente oportunidad de demostrar que van contra corruptos y más que afectar a la marca una eventual destitución de Rosario Borbón, los prestigiaría ante la percepción ciudadana, el haber sido parte de lo que a fin de cuentas es poner fin a la impunidad de por esos rumbos.
Resulta una tontería convocar a la reconciliación política cuando en las probanzas documentadas contra la señora de referencia están incluso amenazas de muerte, falsificación de documentos, irregularidades financieras y administrativas; incumplimiento de deberes legales, abuso de poder, desvío de recursos, nepotismo, entre otros actos de corrupción.
Además, esas convocatorias a la reconciliación que “El Pollito” tomó como referencia a López Obrador, también allá en las alturas son faramallas y nadie podría desmentir que junto con pegado se incluyen agresiones del mismo convocador y por eso nadie las atiende, al grado tal que México vive una etapa de crispación y encono histórico.
En fin, todo indica que a los cabildeos que realiza el dirigente de MORENA, Jacobo Mendoza entre las coordinaciones parlamentarias para garantizar impunidad para la señora Quintero, son complementados por el diputado cajemense, en el marco de un trámite que tenemos la impresión, así a ojo de buen cubero, culminará en frustración para la gente decente de Navojoa.
Bueno, el que de plano si se pasó de abusón fue el diputado Urbina Lucero, quien luego de una difícil lectura de la diputada Gricelda Lorena Soto de un documento que seguramente le pasó un asesor, le pidió aclarar qué quiso decir al invocar la Ley Orgánica del Poder Legislativo para fundamentar una solicitud de informes a la Fiscalía General de Justicia y a la de Anticorrupción respecto a la solicitud de revocación de mandato contra la alcaldesa multimencionada radicada por un particular, solicitud que ya estaba contemplada para ser votada por los comisionados.
Pues de algo podría servir como aliciente la presencia en Hermosillo del presidente, quien como se sabe, arribará a la capital de Sonora a eso del mediodía para sostener reuniones privadas con familiares de las víctimas de la Guardería ABC y con integrantes de la familia LeBarón, sin que tengamos idea si se dejará ver en público.
Mientras tanto, contrastante la parsimonia del gobierno mexicano frente a decisiones de muchos países del mundo que han tomado medidas extremas para contener el coronavirus COVID-19, ya declarado como pandemia por la Organización Mundial de la Salud al presentar 120 mil contagios en 116 países y con más de cinco mil muertos.
Quisiéramos creer que el valemadrismo presidencial frente a ese tema es una pose y que ya en privado sí se aplica en la formulación de estrategias de protección, esas que si bien por lo pronto no se advierte su aplicación, al menos tener algo para hacerle frente.
En nuestro país se reconoce que son ocho los casos confirmados que portan ese mal, pero hay quienes aseguran que dicha cantidad tan menor obedece a la ausencia de pruebas en puertos de entrada, aeropuertos y demás, lo cual podría derivar en una situación incontenible dados los más de 20 días que ese virus tiene para manifestar síntomas.
Sorprendente el que el alarmismo que campea en países europeos donde se ha restringido al mínimo las actividades públicas, así como la evidente autorestricción de ciudadanos de otros países, en México no aplique en ambos casos y todo se lleve a cabo con toda normalidad, demostrando así la clase de carácter y temeridad del mexicano frente a ese tipo de riesgos, cuyas únicas previsiones han sido lavarse más seguido las manos y en menor medida, avituallarse de comida y bebidas.
Obvio que si el gobierno federal toma a la ligera ese asunto, la imitación cunde en la sociedad, con la esperanza de que López Obrador y compañía sepan algo y la gente no respecto a la inocuidad del mal y por eso la inacción en materia de prevención.
Al menos en Sonora sabemos que por rumbos de la Secretaría de Salud donde las manda cantar Enrique Clausense mantiene una alerta permanente y ya se tienen listos los protocolos de prevención y de contención por aquello de no te entumas, así como los relativos a la atención de posibles contagiados, bajo la perspectiva de que seguramente se presentarán casos.
Pero por lo pronto, impresionantes los estadios vacíos durante juegos de futbol de ligas europeas; desoladas las plazas y lugares tradicionalmente atestados; salas de espera de aeropuertos y trenes vacías y ciudadanos exhibiendo fuertes medidas de protección personal al salir a la calle, así como las vestimentas de última generación que utilizan profesionales de la salud en clínicas y hospitales.
En el caso de México y los mexicanos, cuando menos se debería de aplicar el criterio del dicho o refrán que recomienda ni tanto que queme al santo, ni tanto que no lo alumbre, tanto de instancias de gobierno como de la ciudadanía.
