Difícil el abordaje a un tema con tantas aristas como lo es la escalada de confrontación entre México y Estados Unidos, cuyos gobiernos son encabezados por quienes su principal distintivo es el populismo nacionalista y sus bases de sustentación son el aprovechamiento político de las emociones ciudadanas.
Luego de amenazas reiteradas con la construcción del muro a la largo de la frontera entre ambos países y alusiones ofensivas en contra de México y los mexicanos, Donald Trump ha decidido por la atrabiliaria imposición de aranceles adicionales a todo producto que importe nuestro país al mercado gringo, en castigo por las presuntas omisiones para detener el flujo migratorio centroamericano.
Esa es la mayor provocación perpetrada en muchos años en contra de nuestro país y es resultado de la blandengue y confusa política exterior inaugurada el 1 de diciembre pasado, cuando al igual que su estrategia en contra de bandas del crimen organizado, el presidente Andrés Manuel López Obrador recurrió a los besos y abrazos ante el reiterado e insultante salivero de su homólogo estadounidense.
El diferendo a estas alturas luce que ya pasó el punto del no retorno por el empecinamiento arancelario anunciado por el presidente gringo, las hasta ahora fallidas negociaciones para que no se apliquen esas tasas impositivas y la convocatoria de Manuel López Obrador a un “acto de unidad en defensa de la dignidad de nuestro país”, el próximo sábado en Tijuana, un par de días antes de la entrada en vigor de las sanciones contra productos mexicanos.
El choque de trenes es inminente entre abiertos postulantes del populismo y el nacionalismo en sus respectivos países, uno pretendiendo hacer valer su condición de potencia económica y militar, y el otro pretenso a reactivar ese sentimiento mexicanista adormecido por la globalidad, en el marco de una confrontación en la que nadie gana, al menos en materia económica.
Frecuentemente agraviados por gobiernos del vecino país del norte, desde hace algunos años las relaciones entre ambos países habían avanzado en una etapa de aparente estabilidad en términos de intercambio comercial a través del TLC, con una intensa y fructífera relación sociocultural transfronterizo, con sólo esporádicos desencuentros, hasta que Trump hizo de México el responsable de todos los males que sufre la podrida sociedad estadounidense.
El trasiego de drogas y la migración han sido la bandera de quien no acepta leyes de la oferta y la demanda y la insaciable sociedad gringa por estupefacientes, así como tampoco atiende condiciones históricas de un país de migrantes y ser el principal responsable de condiciones económicas adversas en muchos países, cuyos habitantes se ven obligados a buscar mejores condiciones de vida.
Como decíamos, difícil el abordaje sobre esta confrontación en proceso, cuando sin agotar la diplomacia y no recurrir a la procuración de aliados con otros socios comerciales o a leyes que regulan el comercio entre países, López Obrador opta por el camino fácil, plazuelero y saca del baúl de los recuerdos la consigna nacionalista solo con el fin de mostrar músculo a su homólogo del norte, quien no creemos que tales demostraciones lo hagan recular y atemperar su primitiva agresividad.
Por supuesto que podemos henchirnos de patriotismo e irnos a Tijuana a corear consignas antiimperialistas, pero con la duda respecto a la utilidad de dicha manifestación en términos concretos, porque a fin de cuentas de lo que se trata es satisfacer el ansia de López Obrador de pasar a la historia como algo así como Lázaro Cárdenas, como si México viviera a fines de los años 30, cuando absolutamente ahora las condiciones son muy distintas.
De confrontador, clasista, prácticamente en la cotidianidad polarizando a la sociedad mexicana; autoritario y unilateral en la toma de decisiones como la del nuevo aeropuerto, el Tren Maya, la refinería Dos Bocas, y sus desbarres presupuestales en contra de las finanzas de los Estados y los Municipios, ahora López Obrador socializa sus pérdidas por la improvisado, inepto y superficial trato y relación con Trump y su gobierno, para ahora sí clamar por la unidad de los mexicanos para hacer frente a la embestida de su colega populista.
Sin concretarse aún los abusivos aranceles anunciados y sin realizarse la demostración de unidad en Tijuana, ya el peso se hunde frente al dólar, con una paridad de 20 por uno, abonando a ese desplome los recientes cambios en las calificadoras Moody’s y Fitch que colocan a la economía mexicana con alto nivel de riesgo, aunque nuestro presidente asegura que él tiene otros datos.
Es ese contexto, el pasado jueves López Obrador se reunió con los 12 gobernadores emanados del PRI, entre ellos la nuestra, Claudia Pavlovich, quienes obviamente se sumaron al cierre de filas que convoca el tabasqueño, toda vez que la unidad nacional es una premisa en la que nadie puede estar en desacuerdo, sólo que hasta ahora es considerada valiosa por el inquilino de Palacio Nacional.
Y pues ni modo que retobaran cuando el presidente tiene a su alcance el mazo presupuestal, destacando además que cada mandatario estatal, del partido que sea, tiene agendas particulares en sus relaciones con el vecino país del norte, como es el caso de Sonora con Arizona y Nuevo México, cuyos gobiernos ya deben estar en proceso de evaluación conjunta, sobre qué medidas implementar en caso de concretarse las sanciones arancelarias anunciadas por Trump.
De hecho, en la reunión celebrada en Palacio Nacional se delinearon diversas estrategias para cuidar y blindar el entorno económico, inversiones y empleos en los estados, sin que tengamos idea si en el contexto de la Mega Región Sonora-Arizona, el impacto arancelario podría ser menor, asunto del que nos podría ilustrar la Jefa de la Oficina del Ejecutivo, Natalia Rivera Grijalva, encargada de la construcción de dicho esquema que tantos beneficios ha producido para la gente de ambos estados.
El “Viva México, cabrones” está en la punta de la lengua cuando observamos la prepotencia del gobierno gringo o sufrimos su desprecio cuando cruzamos al otro lado, mientras que esos oscuros segmentos supremacistas aliados a Trump y halcones de su administración, intensifican sus acciones contra ciudadanos de nuestro país, para conformar una mezcla que podría explotar el sábado próximo.
Sin ser economista ni experto en relaciones comerciales entre países, se nos figura que en caso de que Trump cumpliera con sus amenazas, más que convocatorias a mítines nacionalistas, se debiera aplicar la llamada política espejo e imponer selectivos gravámenes adicionales a exportaciones gringas.
Por lo pronto, este jueves hubo reunión de la Diputación Permanente del Congreso del Estado y tal como estaba previsto, sus integrantes que encabeza Luis Mario Rivera, acordaron convocar a sesión extraordinaria al pleno de la LXII Legislatura para el próximo lunes a eso de las diez de la mañana.
Abundante la temática que abordará la sufrida representación popular sonorense, ya que aparte de puntos protocolarios y de ceremonial en estos casos, son 15 asuntos los que serán sometidos a votación, entre ellos la homologación de la constitución local a la general de la República en materia educativa y paridad total de género.
También se someterán a la decisión del pleno, el acuerdo que autoriza al municipio de Cajeme, para que gestione y contrate, en las mejores condiciones del mercado y en una o varias etapas un crédito hasta por 33 millones de pesos, sin que tengamos idea si el alcalde Sergio Pablo Mariscal ya acabó de planchar ese asuntito en la bancada de MORENA, luego del aparente rechazo atribuido a la coordinadora Ernestina Castro Valenzuela.
Otro de los puntos de la orden del día es descrito de la siguiente manera: “Dictamen que presenta la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales, con punto de Acuerdo en relación a la solicitud del ciudadano Rogelio Aboyte Limón para separarse del cargo de Presidente Municipal del Ayuntamiento de Bácum, Sonora, misma que fue calificada como procedente por el órgano de gobierno municipal en cuestión”.
Apenas este miércoles fuimos testigos de la aprobación del dictamen que revoca el mandato como alcalde de actualmente preso en Estados Unidos y la verdad parece confuso que al pleno baje en términos propios de doña Eufemia y sólo para atender una solicitud de separación del cargo, aunque a lo mejor resulta complementado con lo de la revocación para darle trámite en la misma sesión.
También podría ser el resultado de alguna negociación con MORENA, cuya bancada se opone terminantemente a darle definitividad al nombramiento de alcalde sustituto a quien entre al relevo de Aboyte Limón y mantener dicha posición en un interinato como si cuidaran esa sillita para que el sujeto de referencia regrese a la alcaldía por allá en agosto del año próximo, cuando se supone saldrá de la cárcel.
Y no, a esta sesión de la permanente el diputado morenista, Miguel Angel Chaira se mantuvo sumiso a las instrucciones de su coordinadora y no asistió a cumplir con su desempeño de vicepresidente de la directiva, acumulando ausencias que en determinado momento podrían ser sancionables, tocándole entrar a esa chamba al suplente Rogelio Díaz Brown.
A propósito de diputados del PRI, reportan excelente respuesta a la convocatoria a participar en la Feria Estatal de Ingenio y la Innovación 2019, montada por de Secretaría de Educación, COECYT y Sonora SCI Tech, entre otras instituciones educativas, que permitió la exhibición de 30 proyectos de desarrollo de tecnologías innovadoras.
Y decíamos a propósito, porque la encargada de inaugurar esa fiesta de la ciencia fue la diputada Nitzia Gradias Ahumada, presidenta de la Comisión de Ciencia y Tecnología del Congreso del Estado, siempre metida en estos temas.
Y este viernes es 7 de junio, fecha en cuyo marco se festeja la Libertad de Expresión y no, no nos genera mayor entusiasmo. Insistimos: más que festejarse, la libertad de expresión debe ser ejercida y en esas estamos a pesar de las difíciles condiciones que enfrentamos.
