PrevencionEmbarazo
Lactanciapornostros4
Capturadepantalla2023-02-13alas213814
Capturadepantalla2023-02-13alas214531
Capturadepantalla2022-09-12alas043937
Capturadepantalla2023-02-13alas215907
Capturadepantalla2023-02-13alas220711
previous arrow
next arrow

Hace unos días el presidente Andrés Manuel López Obradoralardeaba que la crisis de la pandemia por el COVID-19 era tan transitoria que para el 20 de este mes de abril todo estaría de regreso a la normalidad y en su patética pequeñez y soledad de su ridículo mensaje del pasado domingo, anunció que en los próximos nueve meses su gobierno creará dos millones de empleos.

Son solo dos casos de la frecuente retahíla de insensateces que profiere con dramática cotidianidad el principal inquilino del Palacio Nacional, pero que en sí mismas representan los rubros fundamentales para el corto, mediano y largo plazo para el país y los mexicanos, quienes por un lado prospectan prolongada cuarentena y riesgos de enfermedad y muerte y por el otro el desempleo y la ruina.

Nos vimos tentados a meter otro caso, el tercer caso donde el tabasqueño queda muy mal parado luego de sus ocurrencias e ignorancias, en función de la invocación que hiciera el martes a la postura del Papa Francisco en torno a los pobres, y remitirlo a lo que el jerarca del catolicismo dice en su libro “Yo creo, nosotros creemos”, donde al referirse al populismo, establece que esa estrategia oprime al pobre y explota su fe; construye un nocivo culto hacia su persona y se cree elegido, un dios, para además citar como ejemplo a Hitler.

Populistas

Pero no vamos a seguir esa ruta de mezclar asuntos esotéricos con una realidad tan real y mejor retomamos que en el primero de los casos citados en el segundo párrafo, fue el mismo subsecretario Hugo López Gatell el que lo desmintió con un “más o menos”, aunque fue mucho el más que el menos, porque informó que más que regreso a la normalidad, para el 20 de abril pandemia estará en el pico, cuando además todos los modelos indican que el plazo más corto para lograr esa normalidad, será hasta mediados de julio próximo.

Se tuvo que tragar el desmentido público de su súbdito, así como el de la misma realidad, esa en la que aparece cada vez más distante y que además, sus cada vez más notables limitaciones intelectuales le hacen imposible interpretarla de forma correcta, lo cual se refleja en sus erráticas políticas públicas frente a la contingencia epidemiológica.

En el segundo caso, fue la misma secretaria del Trabajo y Previsión Social, Luisa María Alcalde, quien diseccionó las graves repercusiones que la emergencia ha causado en el ámbito laboral y el empleo y más bien, contrario a esas alucinaciones de generar en nueve meses dos millones de empleos, la joven funcionaria federal le informó que en menos de un mes se han perdido casi 350 mil plazas de trabajo.

Desde la anterior perspectiva, no se requiere ser experto en economía para suponer de forma certera que al menos hasta septiembre la pérdida de puestos de trabajo será la constante, debido a la torpe política pública de dejar sin apoyo a miles de pequeñas y medianas empresas, que además de mantener pagos a sus empleados, no solo no tendrán el beneficio de prórrogas y mucho menos condonaciones de pago de sus obligaciones como contribuyentes, si no que son objeto de persecución fiscal.

Intercambio de babas en plena vigencia de la Susana Distancia.

Esa realidad representa un sonoro bofete en la mera jeta presidencial, sin que se pueda entender el que López Obrador fundamente su optimismo de que México saldrá incólume de la crisis con la creación de esos dos millones de empleos en nueve meses, o sea, más o menos siete mil 500 diarios cuando la tendencia es totalmente a la inversa.

Y ojo, porque el mentado mandatario nacional dijo crear, cuando es una regla aceptada en todo el mundo, que la función principal del gobierno no es crear empleos, si no que es quien se encarga de generar las condiciones adecuadas para la inversión, proceso muy socavado por decisiones como la suspensión de las obras del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México, la cervecera en Mexicali y el exacerbado clasismo en la relación gobierno e iniciativa privada.

En otras palabras, lo único que está en condiciones de generar el gobierno de López Obrador es incertidumbre y más cuando se sabe que lo más duro de la pandemia aún no llega y que lo que si sabemos en función de lo ocurrido en otros países, es que el impacto puede ser catastrófico en materia de salud pública y en la calidad de vida de los mexicanos.

Increíble el simplismo de la señora esa titular del trabajo, que como ya es común en estos tiempos, ideologiza dicha problemática, al darle tinte clasista, excluyente y golpeador a la interpretación de las estadísticas sobre la pérdida de empleos en el último mes; arremetiendo contra empresas que han tenido que despedir a sus empleados al no poder soportar la carga financiera que representa operar sin ingresos y verse obligados a pagar nómina.

En Hermosillo no hacen caso

Como si fuera producto de sacrificada solidaridad de micro y medianas empresas, destacó que en ese segmento empresarial sí han estado a la altura que demanda la emergencia al seguir pagando a sus empleados, que como se sabe, en promedio son una decena y cuya carga financiera por ende es menos que para quienes tienen plantillas laborales superiores.

Doña Luisa María no debería quedarse estática con dichas elucubraciones tan lejanas a la ciencia de la economía, porque de prolongarse la cuarentena y la suspensión de ingresos para operar, también esas micro y pequeñas empresas no estarán en condiciones de pagar a sus pocos trabajadores ni sus compromisos con servicios públicos y mucho menos fiscales.

Y además miente al asegurar que el año pasado se generaron esos poco más de 342 mil empleos, cuando se sabe que la cifra es a la inversa toda vez el masivo despido de burócratas federales cuya cifra oscila entre 500 mil y 700 mil, de los cuales por cierto, casi 105 mil fueron del sector salud, en otras palabras, a pesar de las cuentas mochas presentadas, la funcionaria desmintió las fantasías presidenciales.

Bueno, a lo mejor este presidentito que padecemos los mexicanos cree que en la construcción del aeropuerto Santa Lucía; la refinería Dos Bocas; el Tren Maya y el Tren Transístmico le va a dar trabajo a dos millones de mexicanos en los siguientes nueve meses y por eso determinó calificar como esencial el que se mantengan operando cementeras, acereras y otras indispensables para que no paren sus caprichos y ocurrencias.

Las funerarias podrán hacer su agosto en pleno abril

Por cierto, en su egocéntrico y cada vez más ridículo diálogo que entabla con representantes de medios en las mañaneras, uno de los arrastrados presentes le recordó lo del avión presidencial que no se vende ni se rifa pero que lo tomó como gancho para extorsionar a incautos convocando a un sorteo que puede considerarse el más inequitativo de la historia a nivel mundial.

Sí, una de las cuachas que utilizan de patiño en esas juntadas, sacó por mera casualidad ese tema e incluso posó con el cachito que seguramente le prestaron para ese fin, en un marco de burla y menosprecio, de falta de empatía y solidaridad para miles de ciudadanos en cuarentena y en riesgo de perder el empleo, la salud y hasta la vida.

Ese relax presidencial; esa enfermiza frivolidad y negligente actitud, gravita mucho en la conducta de importantes sectores de la sociedad, que se niegan a tomar en serio la amenaza y se resisten a acatar medidas restrictivas de movilidad y aprovechan estos días que no tienen compromisos laborales, para llevar y traer eventuales contagios por estas calles de Dios, espacios de esparcimiento y comercios, en una prospectiva en que las funerarias podrían hacer su agosto en pleno abril.

Incomprensible el que no se entienda que su irresponsabilidad pudiera costar muchas vidas y que no se entienda tampoco que los cinco únicos motivos para salir de casa es para comprar alimentos o medicamentos; ir al trabajo considerado esencial; para atender adultos mayores y por alguna actividad financiera de primer orden.

Cerco sanitario en Cumpas

Deben entender que si el presidente resulta contagiado él dispondrá de lo mejor que puede ofrecer la medicina moderna para salvar su vida y por eso se atiene al comportarse como un imbécil, pero los comunes mortales no gozamos de esos beneficios ante un sistema de salud con riesgo de colapso si es que la incidencia sigue escalando.

En Hermosillo y otras ciudades de la entidad luce como batalla perdida el esfuerzo porque la gente se quede en casa si es que no se aplican sanciones a quien perpetre dicha irresponsabilidad, aunque por lo pronto, alentador el mensaje que mandan autoridades de ya algunos ayuntamientos al imponer cercos sanitarios en sus cabeceras municipales, que prohíben el ingreso de personas provenientes de Estados Unidos o de cualquier ciudad o comunidad contaminada por el virus.

De la misma forma ya comienza aplicar riguroso filtro el alcalde de la Colorada, Marcos Platt, así como autoridades municipales de la zona rural del estado, en el marco de elemental medida de protección para sus habitantes y que junto a la prohibición de accesos a playas a cargo de las fuerzas armadas y autoridades estatales, deben jugar un papel muy importante para disuadir a esos paseantes compulsivos ya que no podrán llegar a ningún destino y deberán regresar a lo que sin duda es el lugar más seguro para estar bajo las actuales circunstancias: sus casas.

Filtro disuasivo de paseantes en La Colorada

A fin de cuentas, conforme pasen los días y las estadísticas escalen, tanto en número de casos como de defunciones, se irá imponiendo al menos el instinto de conservación de esa sarta de animales para que asuman las reglas de autocuidado, pero por lo pronto no hay poder que los haga quedarse en casa.

Y ya con esta nos despedimos para tratar de despresurizar nuestro estado de ánimo, si no saliendo al rolaqueo playero, sí mantenernos bajo resguardo en nuestro feudito, sin mayores preocupaciones que mantenernos sanos al menos hasta la semana que viene, ya que para el lunes próximo esperamos reiniciar la entreteloneada. Cuídense mucho; quédense en casa, que si así sucede y si Dios Quiere, en los días por venir podremos reencontrarnos para el platique cara a cara.  

Comentarios