Como marranos hambrientos en la disputa de un olote, con chillidos similares a los que alude el subsecretario de Gobernación, Ricardo Peralta, pero que los adjudica a los críticos de la 4T, así luce la aristocracia de MORENA, al perpetrarse el domingazo que impuso en la dirigencia nacional a Alfonso Ramírez Cuellar frente a la rebeldía de la depuesta Yeidckol Polevnsky.
Pésimo espectáculo ofrece el partido que defrauda la “esperanza de México” y que en pocas palabras recoge, recolecta, lo peor de la partidocracia de este país, cuyo producto más acabado y líder del trochil, Andrés Manuel López Obrador, se mantiene en actitud contemplativa, dedicado en eludir responsabilidades y empecinado en producir chorizo en cantidades industriales todas las mañanas.
En el contexto de la disputa del olote, la piara morenista contraria a la del exótica y extranjerizada identidad cuyo nombre original es Citlali Ibáñez Camacho, decidió imponer en la dirigencia de ese partido a lo peorcito para efectos del interés popular, ya que el diputado federal, es quien, entre otras gracias, el principal impulsor de la reinstauración del cobro de la tenencia vehicular y otros gravámenes fiscales.
O sea, en MORENA andan certeros en el objetivo de joder a los mexicanos y no porque consideremos que ese sujeto es peor que la señora empresaria sustituida, sino que sólo lo destacamos con el ánimo de ilustrar sobre el pésimo timing de por esos rumbos y de cierta forma justificar los chillidos del resto de la marranada que despacha en las dirigencias estatales y que han dado espaldarazos a la depuesta.
En esa rebatinga insalubre, emblemática la actitud ladina del cochi mayor al asegurar que en esos asuntos no se mete porque el representa a todos los mexicanos, cuando de todos es sabido que está detrás de la operadora del congreso dominical, Berta Luján, quien decidió que sea el marranito Ramírez Cuellar quien le pavimente el camino para satisfacer sus ambiciones de ser la dirigente nacional de MORENA, para beneplácito del inquilino de Palacio Nacional.
“A chillidos de marrano, oídos de chicharronero”, dice el subsecretario de Gobernación, pero en este caso los chicharroneros somos los mexicanos, espectadores de esa trifulca que seguramente se definirá en tribunales, y mientras tanto, hay que comprar palomitas y sodas para disfrutar ese paupérrimo espectáculo que deja en preescolar a los tradicionales jaloneos internos de los partidos en México.
El congreso nacional fue un atascadero, un trochil y escenario de mañas donde mil 310 delegados con términos vencidos y sin haberse cumplimentado resolutivos del TRIFE, eligieron a un cobra impuestos e inventor de otros, como dirigente nacional, anomalías que serán fácilmente difuminadas en cuanto el líder de la piara gire las instrucciones correspondientes, que para eso MORENA es el partido oficial y su dueño es el presidente.
Tenemos entendido que ya hay posicionamiento de la supuesta dirigencia que en Sonora encabeza Jacobo Mendoza Ruiz, de quien nos dicen se mantiene leal a la de nombre exótico inventado, aunque habrá que esperar qué le ordena su amo, el secretario de seguridad, Alfonso Durazo, quien como se sabe, es el dueño de ese trochil en Sonora.
Debido a ese cochinero, no es de extrañarse el troglodismo de las hordas morenistas de a pie que se asumen inquisidores de cualquier acto que amenace la paz espiritual de su mesías y que la han tomado en contra de quienes sufren el dolor por el asesinato de seres queridos y que exigen paz y justicia, frente a un gobierno y un gobernante que todas las mañanas justifica la masacre y elude responsabilidades.
Es más, lo que ocurre en MORENA en estos días debe ser tomado como señales muy buenas para lo que queda del PRD, porque a fin de cuentas sus tradicionales riñas tribales también migraron a esa siglas y en sus tareas de reconstrucción a lo mejor no tienen que lidiar con ellas.
Mientras tanto, en asuntos más terrenales, estamos tratando de poner orden a un altero así de información que nos hacen llegar de Nogales, en donde todo indica que en el cabildo que encabeza Jesús Jujol Irastorza es un soberano despiporre, al grado tal que ni representante legal tiene desde fines de año, ya que parió una robusto y sano chilpayate Julia Patricia Angulo Solís, pareja sentimental del munícipe y cual debe, está en cuarentena para efectos laborales y otros.
El caso es que la citada es la suplente de Patricia Robles Payán, quien incluso, antes de asumir el cargo presentó su renuncia por “motivos de salud”, cuando se sabe que sufrió de fuerte acoso y recibió amenazas de muerte para que ahuecara el ala y no por nada dejó el trabajo para el cual fue electa y se vino a vivir a Hermosillo, ante los riesgos de los emboscados respaldos de Angulo Solís.
En el altero así de información que disponemos, ese asunto tiene amplios nexos y conexos que se extienden en toda la administración municipal y que llega, obviamente, hasta la dirección de seguridad pública y áreas donde se escurren millonarios recursos del presupuesto municipal, pero como decíamos, apenas estamos en la etapa de ordenar todos esos datos.
Por lo demás, vamos a reconocer que en el caso de la concesión del servicio de alumbrado público de Hermosillo a empresa privada, nunca entendimos a cabalidad los términos de la contraprestación a la que estaba obligada la comuna y nos quedamos con que al menos la capital de Sonora estaría bien iluminada, así como con el entorno grillo que cubrió dicho trámite desde el cabildo hasta la sesión del Congreso del Estado que le dio para adelante.
También reconocemos que tampoco le entendemos bien a bien los términos de la revocación y mucho menos sus consecuencias, luego del laberinto legal que siguió la representación jurídica de la comuna y que culminó con la actual fiesta que protagoniza la alcaldesa Célida López Cárdenas, que se resume en que las finanzas capitalinas se ahorrarán dos mil 361 millones de pesos en los próximos 12 años y sólo deberán pagar a la empresa mil 441 millones de pesos en ese mismo período.
La verdad es que nos quedamos en babia con dicho trueque, ya que desde el punto de vista de legos o ignorantes sobre ese tipo de asuntos, resultó excelente la inversión de alrededor de 610 millones de pesos que realizó la empresa concesionada para la reposición de luminarias, ya que si bien no recibirá la totalidad de lo convenido, sólo en intereses la comuna le cubrirá tal suma, así como 831 millones más por concepto de intereses, y sin hacer absolutamente nada, ya que tal servicio pasó a cargo de la dirección de alumbrado público.
Como ven, estamos un poco enredados y mejor nos quedamos con la versión del ahorro publicitado, con la esperanza de que dicho servicio sea prestado con la calidad y eficiencia pregonada e incluso, ya entrados en gastos, coincidimos en la posición del dirigente estatal del PRI, Ernesto de Lucas Hopkins, respecto a que doña Célida también revise las condiciones y términos de la concesión para el tratamiento de aguas negras y el relleno sanitario, servicios que francamente no habíamos caído en cuenta que estaba a cargo de empresas privadas.
Por dicha ignorancia, no tenemos idea desde cuándo es así o en qué administración municipal fueron pactadas tales concesiones, que de acuerdo al popular “Pato de Lucas” cuestan más caro a los hermosillenses que la concesión de alumbrado bajo los términos originales y valga reconocer también que desde su misma campaña por la alcaldía, el ahora dirigente del PRI se pronunció por la revisión de tales concesiones, que en el caso de la del alumbrado, le generó mucho ruido desde la administración municipal malorista que ya encabezaba Angelina Muñoz.
Es por eso que anunció en rueda de prensa, que el PRI apoya a la alcaldesa para la revisión de concesiones para que los hermosillenses no paguen por servicios que no estaban recibiendo, aclarando de pasada que la abstención de la representación de dicho partido en el cabildo fue porque se les negó información sustantiva de la recisión del contrato de alumbrado.
Desde esa perspectiva, se nos figura un exceso discursivo el de López Cárdenas en la sesión, al pretender una unanimidad innecesaria y que al no lograrla, arremeter en contra de regidores que sólo querían más explicaciones e información y aventarse un rollísimo electoral futurista digno para otros tiempos y mejores causas.
Como sea, bien por la presidente municipal en lo que se refiere a los ahorros citados y mejor será si le entra a las concesiones aludidas por el dirigente priista, y lo decimos porque siempre hemos tenido la impresión que en ese tipo de negocios –privatización de servicios públicos—las empresas siempre son las ganonas, incluso cuando se da el caso de una recisión, porque ya ven que de todas formas, la revocada empresa que tenía a cargo el alumbrado, se llevará una buena feria.
Y todo indica que esta semana escalará la confrontación entre la coordinadora de la bancada de MORENA en el Congreso del Estado, Ernestina castro Valenzuela y la alcaldesa de Navojoa, Rosario Quintero Borbón, pronosticándose que volarán pelos.
