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Ejemplo de rusticidad resulta el diferendo entre la nomenclatura del PAN y la diputada Célida López Cárdenas, quienes ratifican el pobre nivel con que se abordan las cosas en esas siglas, aportando una fuerte dosis de desprestigio al ya de por sí vapuleado régimen de partidos políticos en México.

Luego de protagonizar ruidosa chimaca por negársele la satisfacción de ser parte de la fórmula para competir por un escaño en el Senado de la República en Sonora, a la Célida le hicieron montón ahora excompañeras de partido, quienes en declaraciones y desplegados periodísticos, asumieron supina posición ante la mancuerna que manda desde el CEN del PAN, Ricardo Anaya y Damián Zepeda y se le fueron a la yugular a la desertora de sus filas.

Si la ahora diputada independiente fue cáustica, mordaz y lapidaria en sus dichos contra “El Pirrurris” en la conferencia de prensa donde anunció su defección de las filas panistas, la respuesta o reacción registró progresión geométrica, en un intercambio de lavadero que demuestra que ser diputado o llegar a altos puestos en dirigencias partidistas, no es ninguna garantía de calidad política.

Célida López

En pocas palabras, se están haciendo pedazos y con ese pleito de cantina dejan ver lo más feo de un PAN de plano ya divorciado de sus orígenes e ideales y que incluso más que en otros partidos, llegan a extremos nunca vistos en la rebatinga por candidaturas.

Cierto que debe ser sumamente doloroso para la diputada el que en su partido no hayan valorado su rabiosa defensa a la corrupción e incompetencia del gobierno de Guillermo Padrés y haber encabezado el linchamiento de Carolina Lara, Manuel Villegas, Sandra Hernández y Lisette López, cuando no acataron la instrucción de Damián Zepeda de votar en contra del paquete fiscal 2016.

De sobra conocidas sus rabietas y exabruptos en la sala de plenos de la legislatura sonorense, prácticamente empatada con las estupideces y peroratas que también a veces vomita su ahora excompañero de bancada, Javier Dagnino, que por lo visto de nada le sirvieron para ganarse la buena voluntad de sus superiores y mucho menos para posicionarla para eventual candidatura.

Victimizarse ahora de lo que son prácticas tradicionales en el PAN, es simplemente una reacción natural de quien hasta hace poco era la que victimizaba y así insistió en asumirse en nueva conferencia de prensa donde denunció la rústica campaña para deslegitimar sus argumentos para renunciar al blanquiazul, que incluyen vulgares ataques personales de parte de los mandos de su otrora partido.

Carolina Lara

Obvio que a la diputada le causó mucho dolor el desplegado periodístico firmado por docenas de mujeres donde pontifican en favor de Damián Zepeda y al presunto respeto con que se trata a la mujer en el PAN, espacio trabajado en el CDE bajo la estricta supervisión de Alejandra López Noriega por instrucción del mismo “Pirrurris”.

Y peor tantito, con el boletín de prensa institucional también ordenado desde la ciudad de México, en el que ya de plano hicieron materia fecal a su excompañera de partido, a quien además de tildarla de mentirosa y erigir un monumento a Zepeda como adalid del respeto a la mujer y la equidad de género, se pone en claro que el rechazo a que la diputada fuera parte de la fórmula al senado fue su complicidad para que en el Congreso del Estado se tuvieran los suficientes votos para que se aprobara el programa de modernización del sistema de alumbrado público en Hermosillo.

Se asegura, que se prestó al PRI y aliados en la legislatura sonorense al no asistir a la sesión del pleno correspondiente, llevada a cabo el 14 de diciembre del 2016, con lo cual le adjudican un carácter decisorio inexistente, ya que aún si hubiera estado en dicha sesión ese asunto hubiera sido aprobado, aunque como sea, la diputada mostró documentos de un nosocomio local y de su ginecóloga, que justifican su ausencia por razones médicas.

Javier Dagnino

Pues se la tenían guardada a la locuaz legisladora, porque tuvo que pasar casi un año para sacarle ese sospechoso trapito, sin que se entienda el porqué si dicha ausencia fue con la intención que describe la López Noriega y David Galván, no se le aplicó de inmediato el rigor que tiene fuera de la bancada del PAN a Carolina Lara, a Villegas y Sandra Hernández, excluidos por motivos similares.

En dicho comunicado se alude que dicha ausencia para favorecer al PRI, se debió a su vulnerabilidad política dados los problemas legales de su esposo, Jorge León, constructor favorecido por ella como alta funcionaria del padrecismo y que no asistir a la mentada sesión fue para garantizar impunidad para su consorte, a quien en efecto se le señala como partícipe de las machincuepas en la adjudicación de obras sin mediar licitación alguna.

Ese es un cuento viejo y como resulta evidente, dicho antecedente no fue ninguna limitante para que fuera candidata y ahora diputada, pero como ahora les resulta conveniente, lo sacan para cerrarle la puerta, cuando con esos dos puntos: su “premeditada” ausencia a la sesión donde se aprobó el que ahora Hermosillo esté mejor iluminado, tema en que el Davicito, Damiancito y Alejandrita se opusieron rabiosamente, y las transas y problemas legales de su esposo, hubieran sido suficientes para al menos excluirla de la bancada blanquiazul.

En la conferencia de prensa de este martes, por supuesto que la diputada negó todo y volvió a cubrir de cuacha a Zepeda Vidales, llevándose entre las patas incluso al suegro del Pirrurris, sujeto navojoense que en redes sociales dio atisbos de lo que después fue el citado comunicado de prensa, versión replicada por militantes particularmente mujeres que le aplicaron severo bulliyng dando por buenas las versiones de los causales que están detrás de su defección al PAN.

Pedro González Avilés

Pues la furibunda reacción de la diputada es de pronóstico reservado, toda vez que dejó ver que recurrirá a la vía legal en contra de quienes dice la difamaron, en un episodio que amenaza con prolongarse y desbordarse y la verdad, desde nuestra perspectiva pues que se hagan pedazos y aporten lo necesario para que la gente acabe de enterarse de la clase de calaña que pulula en ese PAN podrido que les heredó Guillermo Padrés.

A propósito del secuestro del PAN Sonora perpetrado por Zepeda Vidales, este martes se registró peliculesca fuga de un secuestrador que purgaba condena en el CERESO, que identificado como Larry Chávez Palomares es de suma peligrosidad, además de su habilidad para camuflarse entre la basura y generando fuerte movilización policiaca para su recaptura.

No recordamos con precisión cuando fue la última fuga en dicho reclusorio, pero por lo pronto buenas las medidas aplicadas por el director del Sistema Estatal Penitenciario, Pedro González Avilés al separar de sus cargos a todo el personal de custodia en turno, quienes además son sujetos de investigación, porque obviamente el fugado no logró solo su objetivo.

Estábamos en la espera de la conferencia de prensa convocada por la diputada Célida cuando nos enteramos de esa escapatoria y no pudimos evitar ligar una cosa con la otra: un secuestrador fugado del CERESO y un secuestrador que hace lo que le da la gana al PAN en Sonora.

En efecto, hubo sesión este martes en el Congreso del Estado, en donde tal como lo adelantamos hace unos días, el diputado Omar Guillén propuso reformas a la Ley de Cultura Física y Deporte de Sonora, con el fin de incorporar la participación ciudadana, a través de patronatos o asociaciones civiles, para la construcción, remodelación, ampliación, adecuación, mantenimiento y conservación de infraestructura deportiva de la entidad.

Por ahí divisamos al diputado coordinador de la bancada del PRI, Epifanio Salido, en permanente cabildeo con su par del PAN, Luis Serrato, para luego agarrar carretera para Caborca para participar en foro sobre la ya conocida como “Ley Pano”, ejercicio que se repetirá este miércoles en Nogales.

Manuel Ignacio Acosta

El legislador anda sumamente encanchado por todo el estado, pero no por eso descuida la necesaria retroalimentación y suma de experiencias como lo hizo en encerrona con los coordinadores parlamentarios del PRI de pasadas legislaturas, como son los casos de Oscar López Vucovich, Roberto Ruibal, Carlos Daniel Fernández y Jesús Enríquez Burgos, todos con kilométrico colmillo.

Por lo demás, de nueva cuenta Hermosillo y sus autoridades son reconocidos a nivel nacional, en esta ocasión por la implementación de toda una política pública de monitoreo, evaluación y atención a personas de situación de calle o indigentes, a través del programa “Mano Amiga”.

Bien el alcalde Manuel Ignacio Acosta, que desde una perspectiva humanista y solidaria ya ha atendido a tres mil 622 personas en dicha precariedad, de las cuales dos mil 28 ya han sido retornados a sus lugares de origen, contexto valorado por el CONEVAL para otorgar el premio en evento realizado en la Ciudad de México el pasado lunes por la tarde.

A otro que le tocó andar por aquellos rumbos es el titular de la SEDESSON, Rogelio Díaz Brown, para participar en la Tercera Reunión Ordinaria de la Comisión Nacional de Desarrollo Social, que presidida por el secretario Luis Enrique Miranda Nava, reúne a todos los responsables del rubro de los Estados del país, que ya “El Roger” nos platicará sobre el resultado de esos trabajos

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