El 22 de julio de cada año se conmemora el Día Internacional del Trabajo Doméstico, con el fin de reconocer el trabajo que millones de mujeres y hombres que realizan en sus hogares, en todo el mundo, sin recibir remuneración económica alguna.
Hoy, el limpiar, cocinar, planchar y cuidar la ropa, comprar alimentos o cuidar a niños y personas adultas mayores son actividades que siguen siendo poco valoradas desde los puntos de vista económico y social en nuestro país.
En México el trabajo doméstico remunerado sumó 2.2 millones de personas, la mayor parte son mujeres; tres de cada cuatro reciben menos de dos salarios mínimos; la mitad trabaja más de 35 horas a la semana y el 76.1% no goza de ninguna prestación laboral.
En este país es una actividad primordialmente femenina, 95 de cada 100 ocupados en esta actividad son mujeres. De ellas, 85.5% realiza tareas de limpieza en hogares particulares, 8.6% son cuidadoras de personas y 4.7% son lavanderas y/o planchadoras 96 de cada 100 trabajadores domésticos declararon no tener una relación laboral mediante un contrato por escrito; solo 2.2% tiene un contrato escrito, 0.8% cuenta con un contrato por tiempo indefinido cumplen jornadas de 35 horas o más a la semana. Por sexo, tres de cada cuatro mujeres reciben menos de dos salarios mínimos, solo 4.4% de las mujeres tiene ingresos superiores a tres salarios mínimos.