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La terapia, según los investigadores, no sólo detuvo la pérdida de memoria, sino que revirtió completamente la pérdida ya existente

Un equipo de científicos australianos ha logrado, en ratones con demencia avanzada, revertir la pérdida de memoria asociada con el Alzheimer.

El tratamiento funciona centrándose en una enzima protectora natural del cerebro llamada p38gamma, que al activarse previene los efectos tóxicos de la pérdida de memoria.

El descubrimiento, según los investigadores, tiene enormes implicaciones para el tratamiento no sólo del Alzheimer, sino también de otras enfermedades relacionadas con la demencia, como la demencia frontotemporal, que afecta a personas más jóvenes, de entre 40 y 50 años.

Actuación sobre el enzima p38gamma

“En cuanto a los números, la ciencia básica ha logrado reducir la mortalidad de todas las enfermedades importantes (cáncer, diabetes, presión arterial, etc), pero todavía estamos viendo aumentos en la enfermedad de Alzheimer, por lo que hacer algo al respecto es de suma importancia”, explican los hermanos Lars y Arne Ittner, del Centro de Investigación de la Demencia de la Universidad Macquarie, en Australia.

La terapia, según los investigadores, no sólo detuvo la pérdida de memoria, sino que revirtió completamente la pérdida ya existente, lo que es un paso extremadamente prometedor.

“Nos sorprendió completamente”, señalan. “Recuperaron la memoria y su capacidad de aprendizaje. Dos meses después de que tratáramos a los ratones a edades muy avanzadas, estos ratones se comportaron de repente como sus hermanos sanos. Estábamos realmente entusiasmados”.

La terapia génica, la utilizada por los científicos, es un proceso por el cual se introduce material genético en las células para reemplazar genes anormales o para producir una proteína beneficiosa.

La idea de los Ittners era reconstituir la actividad de la memoria enzimática perdida y hacerla más eficiente. Estudiando las alteraciones de la memoria en ratones en etapas avanzadas de demencia, demostraron que la activación de la enzima protectora natural del cerebro p38gamma puede modificar una proteína de tal manera que previene el desarrollo de los síntomas de la enfermedad de Alzheimer.

Efecto protector

Luego dieron un paso más para demostrar que los efectos protectores naturales de la p38gamma podían ser aprovechados para mejorar la memoria en etapas con deterioro cognitivo avanzado en enfermos de Alzheimer.

“La actividad enzimática protectora natural en el cerebro se pierde, desafortunadamente, cuanto más progresas en la enfermedad de Alzheimer, así que cuanto más memoria pierdes, más pierdes también este efecto protector natural”, señalan los investigadores en declaraciones recogidas por Neuroscience News.

“El cerebro es una caja negra y algunos días tenemos suerte y vislumbramos cómo funciona y aprendemos que podemos interferir con el mecanismo de esta caja negra. Ahora tenemos una comprensión detallada de los mecanismos involucrados hasta los aminoácidos, lo cual no tiene precedentes”, concluyen.

Fuente: elconfidencial.com

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