Sin importar el impacto ambiental para otras especies y tratando de erradicar al pez diablo del lugar, la laguna del Nainari es secada poco a poco.
Esto para lograr que los pescadores tuvieran más oportunidad de maniobrar para poder sacar de la laguna el pez diablo, que poco a poco es una plaga en el lugar descuidado en su fauna ya que casi acaba con el resto de las especies en el lugar.
Mientras se lleva a cabo el secado de “la novia de Cajeme” es posible observar el color del agua sucia que, según Omar García, director de la Promotora Inmobiliaria de Cajeme, quienes se encargan del mantenimiento, es cada 10 años o 12 años necesario que los cuerpos de agua artificiales tengan mantenimiento según la ley de aguas.
Aunque el limpiado de la laguna se podría haber hecho antes fue hace 10 años que no se hacía y este 2020 se convirtió en toda una necesidad debido a su apariencia.
“Desde hace unos diez años no se secaba, se hizo el mismo procedimiento, pero no teníamos la problemática del pez diablo, en noviembre del 2019 reactivamos los geiseres, nos ayudó con la oxigenación del agua, pero también al haber más especies de agua, con las altas temperaturas suben mucho el nivel de toxicidad en el agua”, explicó Omar García.
En cuanto a los patos y otras especies del lugar se dijo que fueron movidos pero continúan en los alrededores.
